El pasado 31 de diciembre, Pedro Cortez, fundador del Refugio para perros, Cuatro Patitas un corazón, en el pueblo mágico de Real del Monte, en Hidalgo, notó que le habían robado a 13 de sus perros.
“Llegó el 31 y veo todo violado, el candado que es de seguridad está roto, la maya ciclónica que rodea nuestros perritos está rota, veo sangre, veo cinta metálica, veo cachos de lazo, porque nosotros suponemos que los arrastraron”, así describe Pedro la escena que encontró esa mañana en el refugio que se ubica en la calle de Vizcaínas.
Minutos después llegó su esposa Lorena, quien lo convenció de fundar el santuario para ayudar a los animales que deambulan por las calles de este pueblo mágico.
Con la frustración y dolor que este robó les ocasionó, de inmediato levantaron una denuncia en la fiscalía del estado para dar con los responsables del hurto.
El rechazo de sus vecinos por el refugio y una oferta negada por su terreno hace tiempo, son las principales razones que rondan por la mente de esta pareja de lo que pudo originar el robo.
Y no es que un lugar como Cuatro patitas y un corazón esté de más en este pueblo mágico, en un recorrido por sus empedradas calles se puede observar un sin fin de perros de la calle durmiendo en banquetas y puertas de casas, o caminando en manadas de 5 o 6 perros.
“Así es, es un problema de salud pública, un tema social, que al final nadie atiende, somos la única organización que los estábamos atendiendo ahí y en lugar de hacerlo en conjunto, porque al final no es que me ayuden a mi, que nos ayuden al santuario, el punto es ayudar a los animales que están ahí, tener un control ético”, señaló Lorena quien inició una campaña de esterilización de perros hace unos años.
El pasado 8 de enero, tras no tener noticias de cómo iban las indagatorias, la pareja convocó a una marcha del Museo del Paste al palacio municipal para pedir el apoyo de las autoridades locales para agilizar la investigación.
No avanzaron ni 100 metros cuando fueron interceptados por el presidente municipal de Real del Monte, Alejandro Sierra Tello, quien acompañado por 30 personas entre policías y personal municipal, detuvo la marcha.
Lorena y Roberto fueron detenidos y pasaron horas en los separos hasta que fueron liberados; hoy presentaron una denuncia ante la comisión de derechos humanos del estado, en Pachuca por la represión vivida el sábado pasado.
Tras estos hechos, ambos temen regresar a Real del Monte por posibles represalias de la autoridad local y aún no tienen noticias de dónde podrían estar los perros.
Este domingo tendrán una reunión con el fiscal que lleva la carpeta de investigación y el lunes podrían dar a conocer algún avance si lo hay.
Por lo pronto, miedo y desesperación es lo único que saben hasta el momento ambos.
RLO