Patricia es una mujer que han desafiado al patriarcado y ha mostrado a la sociedad que ella tiene las mismas habilidades que los hombres incluso cuando de fuerza física se habla, pues se ha desempeñado en oficios como la herrería y la carpintería.
Patricia Pérez Díaz tiene 37 años de edad, pero desde niña ha incursionado en el negocio familiar como herrera, su papá inició con el oficio y tanto ella como su hermana siguieron la tradición y actualmente se encuentran ubicados en un local ubicado sobre el bulevar Antonio Madrazo, casi esquina con Téllez Cruces.
"Trabajo en la herrería residencial y también hacemos lo que es el arte de la forja a fuego, aprendí como desde los 12 años, le ayudo a mi papá en su taller", dijo.
Para ella es muy gratificante poder hacer este trabajo que es muy noble por lo que ya tiene 25 años dedicándose a él. Comentó que aunque está el tabú de que es un oficio dedicado para el hombre,está acostumbrada porque desde pequeña lo lleva a cabo.
Y le ha tenido que entrar a todo, pues hace desde la elección del material, el corte de la lámina, mover la maquinaria, hasta la instalación; incluso, ha sabido sacar provecho, pues creó un negocio de muebles que se decoran con herrería y madera, pero lo tuvo que cerrar por la llegada del covid-19.
Sin embargo, aprendió otro oficio como la carpintería pese a que la gente le decía que no iba a poder porque tenía que cortar la madera, pintarla, darle matices, colores, acabados, lijarla y levantarla, pero descubrió que el límite está en la mente y ha encontrado formas para realizar el trabajo sin la participación de hombres.
No tiene hijos aunque sí sobrinas que se sienten orgullosas de ella cuando dicen a amigos y compañeros de la escuela que su tía es herrera, pues es algo inédito en León.