Los pescadores furtivos ya se adueñaron de la laguna del Carpintero, ya que además de capturar especies que no son aptas para consumo humano, destruyen el manglar y lo convierten en estructuras para hacer más fácil su trabajo ilícito.
“Primero se detectó un punto y este día se hizo un recorrido para limpiar la laguna y se encontraron tres más”, informó la regidora Alejandra López de Román, comisionada de Ecología en la administración municipal.
Se trata de puntos cercanos a la orilla de la laguna en donde los pescadores han cortado el mangle (especie protegida por la NOM 059 SEMARNAT-2010) y han construido una estructura a la que se suben para lanzar sus redes, es algo así como una especie de atracadero.
Luego de haberse detectado la presencia de los pescadores furtivos y del impacto negativo a un ecosistema protegido en la zona donde la planta de mangle es más espeso, el municipio a través del departamento de Ecología procedió a reportar a la Gendarmería Ambiental.