El pasado 15 de mayo la Secretaría de Energía (Sener) publicó en la edición vespertina del Diario Oficial de Federación (DOF) el “Acuerdo para garantizar la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) con motivo del reconocimiento de la epidemia de enfermedad por el virus SARS-CoV2 (COVID-19)”.
Con ello, se hizo oficial la suspensión de las pruebas preoperativas de las Centrales Eléctricas intermitentes eólicas y fotovoltaicas, así como las inversiones privadas en generación de electricidad.
Posteriormente el 29 de junio La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le dio el un revés más al gobierno Federal pues suspendió de manera temporal el decreto que limitaba la entrada de energías limpias al mercado eléctrico mexicano. La suspensión se mantendrá hasta que el máximo Tribunal de México se pronuncie sobre la controversia constitucional interpuesta por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que consideró afecta de “manera grave” la estructura económica de la industria.
Estas acciones tienen en riesgo inversiones en el estado de Guanajuato por 1 mil 300 millones de dólares en 14 proyectos en desarrollo para energías limpias. De un total de 17 proyectos en la entidad, actualmente solo tres parques fotovoltaicos (consistentes en una red de paneles solares conectados a la distribución eléctrica) están ya en operaciones; dos de ellos enSan Miguel de Allende y uno en San Luis de la Paz.
El resto peligran bajo el status de “posible afectado” de continuar el decreto emitido por la Sener mismos que se encuentran distribuidos a lo largo del estado, dos parques eólicos; uno en San Felipe Torres Mochas y otro en San Luis de la Paz, una central hidroeléctrica en Acámbaro y once parques fotovoltaicos distribuidos entre Doctor Mora, Abasolo, Romita, Apaseo el Grande, cinco en San Luis de la Paz y dos en San Miguel de Allende.
Todos los proyectos en suma tienen la capacidad de generar 829 MW, energía que será de suma utilidad pues se requerirá un 90% de expansión en un promedio de 9 años para cumplir con la demanda del estado.
"La mayoría de la manufactura va a seguir al país o la región que tenga la suficiente energía con calidad, con precio y que tenga los mercados, estamos en un lugar privilegiado por la cercanía con el mercado más grande del mundo, pero tenemos necesidades de incrementar exponencialmente la generación energética”, explicó el Secretario de Desarrollo, Mauricio Usabiaga.
Y es que Guanajuato actualmente tiene un consumo de 15 gigavatios y en la búsqueda de su digitalización (como anuncio lo hará a través del T-MEC), requerirá un incremento en la producción de energía eléctrica teniendo que pasar en los próximos 9 años, de los 15 hasta los 22 gigavatios.
Actualmente la única manera para que Guanajuato no dependa de lo que le proporciona la Comisión Federal de Electricidad (CFE), es apostar por un modelo de ciclos combinados con gas natural al ser un recurso que se encuentra en sitio y no requiere transportarse largas distancias “No podemos depender enteramente de las energías que son intermitentes”, explica Alejandro Hernández, Sub secretario de atracción de inversiones.
Si bien, el freno a las energías limpias es un tema que se ha visto detenido a partir del amparo interpuesto por la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica) ante la suprema corte de justicia, por las ventajas que la Secretaria de energía (Sener) pretendía imponer dando prioridad a la CFE, no puede aún cantarse victoria en favor de las energías sustentables.