A los problemas que involucran la vialidad en el Área Metropolitana de Monterrey se suma uno que incluso ya ha presentado consecuencias en calles y avenidas importantes: las fallas y malas condiciones de los semáforos.
Circular por prácticamente cualquier avenida o calle puede significar ver las deficiencias de distintos tipos en estos señalamientos.
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El problema de los semáforos en mal estado representa un peligro constante para los conductores y peatones, ya que se incrementa significativamente el riesgo de accidentes de tránsito.
De las fallas más comunes reportadas por los automovilistas y peatones está el de los focos de los semáforos fundidos o apagados, es decir, las luces no tienen un correcto funcionamiento, como lo que ocurre sobre la avenida Jesús Dionisio González, a la altura de la colonia Roma, donde los automovilistas no saben si pueden o no circular debido a que la luz verde no aparece en el semáforo. Esta situación puede generar confusión y provocar choques o atropellamientos.
Otro problema es el incorrecto funcionamiento o desincronización de las luces del sistema de semaforización de la urbe. Esta problemática se presenta en el centro de Monterrey, donde camiones urbanos tienen que hacer alto al no saber si tienen permitido el paso. Esto ocasiona retrasos en el tránsito y congestión vehicular, además de aumentar la posibilidad de accidentes.
Esto ocurre también en arterias grandes, como la avenida Bernardo Reyes, en su cruce con Fidel Velázquez, lo que representa un riesgo aún mayor debido al alto flujo vehicular en estas vías.
Otra constante que empeoró debido a los fuertes vientos de la semana pasada son los semáforos ladeados o incluso volteados, que no permiten ser observados por los automovilistas.
Esta situación es particularmente peligrosa, ya que los conductores no pueden ver las indicaciones y pueden pasar sin precaución, provocando choques o atropellamientos.
El problema de los semáforos en malas condiciones ya se ha reflejado incluso en severos accidentes viales como el registrado en la avenida Eugenio Garza Sada, donde el pasado 16 de mayo se registró un choque tipo crucero protagonizado por dos vehículos particulares. Estos incidentes representan pérdidas económicas, lesiones e incluso pérdidas de vidas humanas.
Nuevas tecnologías en vehículos apoyan en detección de peatones
Aunado al peligro que representa caminar por el arroyo vial y no por las banquetas, se suma la aparición de autos ecológicos y silenciosos. Así, lo que para muchos puede ser una ventaja destacable la que ofrecen los autos modernos, como los eléctricos, para otros puede resultar un riesgo mortal para los peatones.
Entre otras características, el modo silencioso que atrae a más de uno hacia los vehículos recientes resulta peligroso, ya en las calles, debido a que en muchas ocasiones los peatones no perciben el paso de esos autos, lo que incluso, según algunas estadísticas, eleva hasta tres veces el riesgo de accidente peatonal.
Algunas compañías automotrices ya implementan nuevas tecnologías para disminuir los riesgos de atropello.
Hoy en día, la detección de peatones es una realidad, a lo que se le suma la evaluación de los sistemas de frenado automático de emergencia.
Vehículos como la Honda CRV, Subaru Forestar, Toyota Rav 4, y Volvo XC 40, en sus modelos 2018 y 2019, obtuvieron la calificación más alta en este ramo.
Mientras que modelos como Chevrolet Equinox 2019, Hyundai Kona 2018-2019, Kia Sportage 2019, Mazda CX-5 2018-2019 y Nissan Rogue 2019 fueron calificados como avanzados.
La detección de peatones, por lo general, es apoyada por una cámara y sensores en la parrilla delantera del vehículo; en caso de un riesgo de colisión se alerta al conductor y puede aplicar los frenos de manera más rápida.
Además, la inteligencia artificial ya comienza a integrar los sistemas de detección, incluso de otros objetos y animales que puedan interrumpir el camino de los automovilistas.
Así, el uso de esas tecnologías para evitar accidentes parece ahora más efectivo y común en los nuevos autos.
mrg