La Romería de la Virgen de Zapopan es testigo de infinidad de actos de fe y mandas por los millones de files que la acompañan año tras año durante su regreso a casa a la Basílica de nuestra señora de la Expectación. En ella no existen distinciones de edades, para el fervor y devoción hacia la Reina y Madre de Jalisco.
José Manuel Miramontes Benítez, es uno de ellos, que con tan solo 10 años, ha puesto el ejemplo a las nuevas y futuras generaciones desde hace dos ediciones, mostró la importancia de esta tradición de más de 400 años y el respeto hacia la venerada imagen.
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“Vengo con mis tíos, mis primas, mi mamá y mis hermanas y pues se me hace bonito esta tradición porque en muchos años he visto mucha gente que no la respeta. Yo esto lo hago por mi abuelita en paz descanse, mis tíos y pues si es muy bonita la tradición”, dijo José Manuel Miramontes Benítez, pequeño fiel que recorrió la ruta.
Él que ha caminado la ruta completa de más de 9km, reconoció que son horas de desvelo, ayuno prolongado, algunas veces con mareos y dolores, el año pasado se desmayó inclusive, pero siente una satisfacción enorme terminarla.
“Nosotros nos venimos desde la 1:30 de la mañana y no hemos dormido en todo el día, del transcurso de la noche, empezamos a las 6:00 de la mañana y hasta ahorita y todavía nos falta mucho por recorrer. Todos los de la danza llegamos a nuestras casas cansados, con los pies hinchados, con una ampollas”, comentó.
Enfatizó que lo seguirá haciendo año tras año pues le está agradecido a la pacificadora que los mantuvo con vida a él y sus papás luego de un accidente carretero y desde ahí se propusieron esta manda.
Verónica recorrió descalza la Romería por quinto año consecutivo
Verónica, recorrió descalza la Romería por quinto año consecutivo, a manera de manda para agradecerle a la Virgen el milagro de haberle ayudado a su hijo a recuperarse.
“Hace unos meses mi hijo tuvo un accidente y hay que cumplir porque le pedí por mi hijo y por enfermedad -¿sí le ayudó a su hijo? –sí, mi hijo viene danzando. Me preguntan que si me duele, que si me canso. No me duele, no me canso porque vengo con toda la fe y a darle las gracias”, dijo Verónica, fiel de la Romería.
Gracias a la intercesión de la Generala, el hijo de Verónica pudo acudir en esta Romería a danzar como lo había hecho en otros años y demostrarle también a la morenita su fe y devoción.
De la misma forma, Raquel acompañó descalza los 9.2km del recorrido de la Virgen, al lado de sus nietas, que también caminaron sin zapatos junto a la pacificadora. Lo hizo para agradecerle porque pudo darle a su hijo, fallecido en 2020, un descanso digno; algo que muchas familias en medio de la grave crisis de desapariciones no han podido hacer.
“Sé dónde está mi hijo, ahorita hay muchas madres que no saben dónde están sus hijos, yo sé que el mío está allá arriba. Yo lo siento como un orgullo de venir tras la Virgen, para mí no es un sacrificio, para mí es una fe, es un amor hacia ella y es lo que les quiero inculcar a mis hijas”, comentó Raquel Barragán, fiel de la Romería.
También hubo quienes sin tener una manda, recorrieron el camino descalzos, para demostrarle de esta manera su amor a la Virgen.
“Es primera vez, pero lo hago con todo el corazón. El privilegio de estar vivo no, el segundo venía a acompañar a la Virgencita de Zapopan para que se corra el pueblo de México, que estamos muy unidos ahora sí que por la violencia”, mencionó Raymundo Cabrera.
JMH