Tras la llegada de millones de peregrinos a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México a dar gracias a la Virgen Morena; muchos de ellos llegan acompañados de sus mascotas, entre ellos perros.
Como Carlos, quien llegó desde pasada la media noche del 12 de diciembre con dos perritos, Rocco y Sombra desde Chalco, Estado de México. Eran sus mascotas de uno de sus mejores amigos quien falleció hace unos meses, por lo que decidió traerlos como su anterior dueño lo hacía.
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“Mi amigo cada vez que venía a su manda agradecerle a la morenita del Tepeyac los traía, decía que los cuidaba durante su trayecto. Desafortunadamente él ya no está con nosotros, y por ello decidí traerlos”, detalló a Milenio.
Pese que Carlos sabe que arriesgó el que Rocco y Sombra se perdieran durante el trayecto, ambos perros no se separaron en ningún momento.
“Sabía cuál era el riesgo, pero quería hacerlo, se que mi amigo lo hubiera hecho. Pero por ello, a Sombra le puse un chaleco reflejante de seguridad para que en la noche se pudiera ver”, dijo.
Ambos canes se desplazaban por la plazuela de la Basílica así como también sobre la Calzada de Guadalupe, pero siempre a lado de su actual dueño.
Perros peregrinos sin dueño
Muchos caminan desorientados, otros buscan que comer y beber y otros solo buscan cariño al intentar acercarse a algunos peregrinos que se encuentran acostados sobre las calles.
Las autoridades aún no tienen un estimado de cuantos perritos han quedado sin hogar, ya que se presumen son mascotas de los fieles guadalupanos.
O bien, se cuenta que muchos de esos canes llegaron con los peregrinos a través de que en su camino se los encontraron, les dieron comida y los siguieron hasta la Basílica, pero todo queda incierto.
Algunos comercios dejan que se acerquen a comer las sobras que peregrinos dejaron en el suelo. Otros le dan agua ya que al parecer también peregrinaron desde un punto muy lejano.
CHZ