Jorge Matute Remus fue un ingeniero civil, político y catedrático de Jalisco, fue reconocido principalmente por ‘mover un edificio’ en 1950 así como por el impulso que le dio a la Universidad de Guadalajara durante su periodo como rector de ésta, sin embargo, este personaje ha hecho mucho más por la historia y arquitectura tapatía.
Matute Remus nació en Guadalajara, Jalisco, el 17 de febrero de 1912, sus padres fueron el comerciante Juan Bautista Matute Ril y la señora Concepción Remus Madrid. Durante su infancia y juventud estudió en el Colegio Luis Silva ubicado en el Centro Histórico donde se formó con los valores y conocimientos que lo caracterizaban; actualmente este colegio sigue en pie y se le rinde homenaje junto con otros ex-alumnos importantes cada año como parte de las fiestas de aniversario.
Ingresó a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Guadalajara en 1929, para realizar sus estudios profesionales, y en 1935 se tituló de ingeniero civil con la tesis “Puentes sobre el río Coy”.
En sus tiempos de estudiante destacó como deportista, y en particular en el básquetbol. Debido a la precaria situación económica de su familia, trabajó para poder sostener sus estudios: de 1932 a 1933 fue profesor de Matemáticas y de Dibujo en el Colegio Internacional, y en 1932 impartió Física en la Escuela Politécnica, sin percibir sueldo alguno.
Una hazaña de ingeniería
Entre sus principales trabajos destaca la reubicación del edificio de la Telefónica Mexicana, en la avenida Juárez en el centro de Guadalajara, un edificio con un peso aproximado de mil 700 toneladas que fue desplazado doce metros de su alineación natural sin que le ocurriera ni un solo daño.
En 1927, el Gobierno de Guadalajara decidió unir la avenida Juárez con avenida Vallarta, para esto se debían demoler varios edificios del Centro, uno de ellos el edificio Telmex, sin embargo, este consiguió un amparo para no ser demolido y entonces Jorge Matute Remus, tuvo la arriesgada idea de desplazar al edificio ya que esto sería menos costoso que construir uno nuevo.
Fue entonces que el 24 de octubre de 1950, Jorge Matute Remus quien además era rector de la Universidad de Guadalajara encabezó el proyecto de desplazamiento, junto a su equipo de trabajo y gatos mecánicos tipo ferrocarril comenzaron una de las hazañas más recordadas en la historia de Guadalajara.
Lo primero que se hizo fue demoler las casas vecinas, y cimentar el terreno donde quedaría el edifico, también se formó una estructura que se montó sobre sobre 480 rodillos lo que permitió se deslizara la construcción.
Se cortaron los cimientos del edificio y una vez liberado, con doce gatos hidráulicos que operaban simultáneamente empujaban el edificio, ocho décimas de milímetro cada vez, estas acciones duraron cuatro días hasta sumar los doce metros que recorrió el edificio. El giro para alinearlo a su nueva posición se consiguió al colocar los rodillos concéntricamente.
Lo más asombroso de estas acciones fue que movieron el edificio mientras el personal se encontraba adentro, esto para no cortar el servicio de telefonía en la ciudad ni ninguno otro de los servicios.
Como Rector
Matute Remus fue rector de la Universidad de Guadalajara de 1949 a 1953, entre sus logros más importantes, fue que los estudiantes de todo el Estado pudieran ingresar a la Universidad de Guadalajara, ya que antes el ingreso a la Universidad estaba reservado únicamente para las escuelas públicas de Jalisco.
En 1949, fundó el Instituto Tecnológico de la Universidad de Guadalajara, complejo universitario el cual es sede de la Escuela Vocacional, Preparatoria No. 12, Instituto Politécnico, Áreas Deportivas de la propia Universidad, Centro Universitario de Ciencias de la Salud "CUCS", Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías "CUCEI".
Además, creó y fortaleció nuevas carreras y se nombraron profesores e investigadores de tiempo completo. A pesar de ser un reconocido ingeniero civil, su preocupación abarcó no solo aspectos científicos, sino también la cultura general que fomentó entre los estudiantes con una labor editorial vasta y continua de obras de jaliscienses, principalmente.
Como Presidente Municipal
Asumió la Presidencia Municipal de Guadalajara de 1953 a 1955. La obra prioritaria de su administración fue en 1956 cuando gracias a sus gestiones se logró el suministro de agua potable a la ciudad desde el Lago de Chapala.
Además, el ingeniero civil realizó trabajos de ampliación de otras avenidas entre otros trabajos en el Nuevo Hospital Civil, el parque Alcalde y la Plaza de los Laureles. En 1972 ganó el Premio Nacional de Ingeniería.
Falleció el 7 de julio de 2002, ese mismo año a manera de homenaje se develó una peculiar escultura afuera del antiguo edificio de Teléfonos de México, donde se le ve ‘empujando’ el edificio.
Un año después, en 2003 la UdeG decidió otorgarle el título de doctor honoris causa post mortem y tras ser declarado Benemérito en Grado Ilustre por el Congreso del Estado, en 2014 sus restos fueron llevados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.
MC