Se reúnen en algún punto específico y se trasladan, con y sin apoyos oficiales, hacia diferentes sitios: hospitales, centros de rehabilitación, cárceles, espacios abandonados, tiros de minas…
Los familiares de personas desaparecidas no se pueden dar el lujo de esperar a que las autoridades hagan algo y por eso se han organizado en grupos, y asociaciones en las que comparten esfuerzos en la búsqueda de sus seres queridos. También dolor y llanto y angustia.
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Algunas personas no cuentan con recursos suficientes para tamaña empresa, pero comparten la misma fuerza y fe en un inquebrantable deseo por encontrar por fin la respuesta a una pregunta: ¿dónde están?
A veces se dividen. Mientras unos acuden a una prisión presentando fotografías de quienes no están con ellos y hablando con internos para hallar una pista o un breve rayo de esperanza que les permita continuar la búsqueda, otros están en tiros de minas con sentimientos encontrados por si las entrañas de la tierra tienen algo por decir.
Son momentos difíciles para las personas que buscan a sus familiares desaparecidos. Siguen cuanta pista encuentran sin importar el riesgo, la lejanía y otra serie de vicisitudes. A veces, confiesan, parece un callejón sin salida. No se rinden. Sin importar cuántas veces hayan llegado sin resultados al seguir un rastro. No se rinden.
Hay quien confiesa que únicamente logró reunir una parte del dinero necesario para el traslado, quien no ha comido, quien siente malestar ya sea por la edad, por el agotamiento... por el dolor.
Ellos y ellas reivindican el sentido de la frase, es cierto, “sacan fuerzas de flaqueza”.
La pandemia por el covid-19 les detuvo, pero solo momentáneamente. Se las han arreglado para seguir indagando mientras hay una nueva oportunidad.
Uno confirma que la última vez que hubo una búsqueda en un tiro de minas fue hace entre 15 y 20 días. Estuvieron en una ubicada justo donde empieza la vieja carretera a Real del Monte, a unos centenares de metros del mercado Benito Juárez.
En esa ocasión, recuerda, estuvieron varias horas y personal de Protección Civil y de Bomberos entraron bien protegidos con sus cascos y cuerdas. Es imposible imaginar las condiciones dentro de esos lugares: oscuridad, humedad, frío. Por eso es necesario el apoyo de personal especializado con el equipo adecuado para este tipo de tareas.
No dijeron nada a quienes buscan a personas desaparecidas, pero el entrevistado, cuyo nombre se mantiene en reserva por así haberlo solicitado, cree que algo hallaron ahí dentro “porque llamaron una ambulancia del Semefo (Servicio Médico Forense)”. No lograron confirmarlo porque les pidieron que se retiraran, que si algo surgía los contactarían, hecho que hasta el momento de efectuarse esta entrevista no había sucedido.
Apenas han recorrido poco más de una decena de estos sitios y eso es un problema si se toma en cuenta que Protección Civil estatal da cuenta de más de 260 tiros de minas y respiraderos solo en la zona urbana y rural de Pachuca, algunas con una profundidad que puede alcanzar hasta 300 metros.
Entre las familias de desaparecidos, es la falta de acciones relevantes de parte de las autoridades de todos los niveles, especialmente en el municipal y el estatal, lo que les ha obligado a iniciar su búsqueda por cuenta propia.
La mayoría coincide en que la autoridad hidalguense no los ha apoyado.
Algunos tuvieron la suerte de ser atendidos en instancias federales debido a las características en que su familiar desapareció y por ello han podido llegar incluso a otras entidades siguiendo indicios obtenidos por agentes federales especializados.
Un largo camino
La Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Hidalgo trabaja desde diciembre del 2019 en una iniciativa de ley en materia de personas desaparecidas, para “establecer una coordinación entre el estado y sus municipios para la búsqueda de personas desaparecidas, así como prevenir, investigar, sancionar y erradicar los delitos en la materia y establecer un Sistema Estatal de Búsqueda de Personas”
En esta labor intervienen además la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares, el Consejo Estatal Ciudadano de la Comisión, la Comisión de Derechos Humanos del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas
Ayer, como sucede desde el año 2011, se conmemoró el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas instaurado por la ONU el 30 de agosto. Para el organismo, la familia y los amigos de las personas desaparecidas sufren una angustia mental lenta, ignorando si la víctima vive aún y, de ser así, dónde se encuentra recluida, en qué condiciones y cuál es su estado de salud; el problema se intensifica por las consecuencias materiales que tiene la desaparición, así como por la conmoción emocional, agudizada por las privaciones materiales y, en especial, por los gastos que hay que afrontar si los familiares deciden emprender la búsqueda.