El raquítico nivel de agua y la extracción de un vehículo de lapresa de La Boca, ubicada en el municipio de Santiago, pusieron al descubierto la presencia del pez diablo, originario de Sudamérica, posiblemente gracias al Efecto Nemo.
La especie también conocida como plecos o limpia peceras, nativas de la cuenca del Amazonas, pertenecen a la familia Loricariidae, y de la cual se conocen hasta el momento más de 680 especies en el mundo, informa Roberto Mendoza Alfaro, director del Departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL.
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El biólogo, con maestría en Oceanografía Biológica y doctorado en acuacultura y pesca por la Univeristé de Bretagne Occidentale, Francia, dijo que estos peces, a los que se les reconoce por comer algas y dañar vegetación, tuvieron que haber llegado a través del Efecto Nemo.
“Estos peces tienen respiración aérea, pueden respirar aire atmosférico y aguantan la desecación (deshidratación), tienen una sobrevivencia muy alta, tienen placas de hueso, casi no tienen depredadores, porque son muy resistentes.
“Lo más probable es que fueron introducidos en los arroyos cercanos a la presa, lo que llamamos el Efecto Nemo, como en la película de Nemo, que mucha gente se encariñó con los peces y no los quería matar, porque ya no cabían en su pecera e iban y los introducían en los ríos, es muy probable (que así haya sido), no tienen cómo llegar de otra manera”, relata.
Sin embargo, en un ambiente natural, estos peces resultan perjudiciales al convertirse en una plaga al diezmar sus poblaciones, ya que se alimentan de los huevos y crías de otros.
El investigador de la UANL recomendó que quienes los pesquen no los coman, porque existe la posibilidad de que hayan acumulado metales pesados, como ha ocurrido en otras regiones del mundo.
“No hacen ningún bien en la presa de La Boca, aunque no hacen mucho daño, pues la presa no tiene mucha biodiversidad, pero sí está mal que estén allí, ya que se pueden dispersar a otros cuerpos de agua con mayor biodiversidad.
“Dañan la vegetación y causan muchos problemas, porque tienen escasos depredadores, son muy difíciles de comer, porque tienen muchas placas de huesos, por lo que muy difícilmente los matan otras especies”.
El miércoles pasado, durante la extracción de un vehículo BMW que presuntamente fue arrastrado por la corriente del huracán Hanna a la presa, se encontraron los peces sudamericanos, algunos vivos y otros muertos.
Mendoza Alfaro indica que los plecos son originarios de Sudamérica.
“Son del Amazonas, principalmente de Brasil, si los llegan a pescar que los tiren. Son peces que son dañinos, no se consumen, incluso porque la parte comestible es muy pequeña, tiene un tronco muy pequeño y además es muy difícil abrirlos.
“En Michoacán hicieron un gran esfuerzo porque en (la presa del) Infernillo, de las 20 mil toneladas de tilapia que se sacaban ahora la mayoría son plecos, una invasión tremenda, una montaña de plecos.
“Hicieron un esfuerzo por consumirlo y no fue posible, además es muy feo, a la gente no le gusta, y la carne es muy poca la que se puede consumir”, señala el biólogo.
Lanzan alerta
El alcalde de Santiago, David de la Peña Marroquín, alertó a la población de la presencia de esta especie de pez invasor, luego de la extracción del automóvil del embalse de La Boca.
“En la extracción del carro, en la parte exterior e interior del vehículo, que estaba volteado, había muchos de estos peces muertos y otros vivos, y un conocedor nos dijo que era el pez diablo, que se le reconoce por comer algas y tiene el hocico por abajo.
“Es un tema complicado, ya alertamos de que existe la presencia de este pez en la presa de La Boca; ya el año pasado la Comisión Nacional de Áreas Protegidas alertó a la población aledaña en Coahuila sobre las medidas necesarias para controlar la llegada de este pez, y al interior de nuestra presa puede llegar a hacer daño”, dijo.