El cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega pidió no juzgar a las víctimas de la explosión de la toma clandestina en Hidalgo, hecho que catalogó como una tragedia no solo para quienes la vivieron de cerca, sino para todo México, y que deberá hacernos reflexionar.
“Es un triste acontecimiento que nos debe de hacer reflexionar a todos, sin repartir, por así decir, culpas, sin tener nosotros ni los elementos ni el derecho ni nada… en sí es una tragedia humana y hay que solidarizarnos fraternalmente”
El Arzobispo consideró prudente el actuar de los elementos del ejército que se encontraban en el punto antes de que la toma ardiera en llamas, y que según se ha informado, consistió sólo en invitar a quienes recolectaban el combustible a que se retiraran, lo que ha desatado algunas críticas.
A propósito, llamó a considerar que “un grupo pequeño de soldados no podía enfrentar una multitud, sobre todo si la multitud se enardece. Y luego hay que considerar que ellos iban armados, en un exceso de violencia pudieran ellos haberse visto obligados a usar su arma, yo creo que fue prudente”.
Sobre la estrategia al combate al huachicol, que ha dejado a Jalisco y otros estados sin suficiente combustible, el purpurado afirmó percibir paciencia por parte del pueblo, aunque cree “que entre más se tarde en regularizarse este servicio, se puede ir exacerbando los ánimos en la sociedad. Esperemos que pronto, lo más pronto posible se reestablezca el servicio de la gasolina y se mantenga esa lucha de extirpar esa práctica de robo”.
Por último, Robles Ortega invitó a cada ciudadano a corregir las aportaciones a la corrupción en su día a día, pues dijo, si se quiere avanzar como sociedad, “México no puede seguir transitando por un camino de mentira, de engaño, de faltas a la ley, de impunidad… ya no”.
MC