El agua de la región de Tula debe ser aprovechada por los hidalguenses, pues la Ciudad de México sólo envía sus desechos a través de los caudales a la zona, lo que es una injusticia para los habitantes del Valle del Mezquital.
Nadia Hernández, pobladora de La Romera, comunidad de Tepeji del Río, lo señala así y refiere que desde su infancia ve cómo la Ciudad de México sólo expulsa sus desechos hacia esta zona, sin atender las afectaciones ambientales y a la salud.
Desde niña vio el agua que ingresaba a la presa Requena, y con tristeza señala que el agua debe ser tratada en la propia ciudad para su reaprovechamiento, pues contaminar los ríos y presas del Valle del Mezquital tiene consecuencias a largo plazo.
Explica que los pozos terminan contaminándose con toda la polución que llega a través de los ríos, pues en el trayecto las empresas también realizan vertidos y por ello hay muchos componentes nocivos.
Su familia se ha dedicado al cultivo de maíz y otras semillas, y aunque reconoce que hay agua para el riego, le preocupa la calidad de esta, pues es una problemática a largo plazo para toda la población.
Raúl, también de La Romera, tiene reses y con los años ha visto que cada vez hay menos disponibilidad de agua; antes era sencillo encontrar un sitio en donde sus animales pudieran beber agua, pero ahora que la presa está casi vacía, es una señal de la mala administración que se hace de los recursos.
Defiende el agua de la región y expone que Hidalgo pareciera ser sólo un área de servicio para el Valle de México, pues se agotan los recursos de esta área para beneficio de la capital del país y su zona metropolitana.
Pidió que las autoridades hidalguenses luchen por el aprovechamiento del agua por parte de los habitantes de esta zona, pues reconoció que el país enfrenta una problemática por la disponibilidad del agua y por eso se debe apostar no sólo por su uso, sino por la conservación de los mantos freáticos.
Ramiro recuerda las épocas de bonanza de la presa, cuando los niveles permitían muchas actividades, pero sobre todo la pesca comercial y también la recreativa, aunque con el paso de los años la producción ha disminuido pues la sequía ocasiona la falta de oxígeno para los peces, lo que termina matándolos.
Bajos niveles en presas
Actualmente la presa Requena registra bajos niveles, apenas a una tercera parte de su capacidad en promedio, lo que afecta a la actividad pesquera y a la agrícola, al existir poca disponibilidad.
El gobierno municipal, a través de su titular, Salvador Jiménez Calzadilla, ha solicitado al gobierno de México apoyo para el desazolve de dicho cuerpo de agua, a fin de mejorar la captación y también para evitar inundaciones en el municipio.
Sin embargo, hasta el momento su petición no es atendida e inició por su cuenta labores para abrir una zanja y conectar dos zonas de la presa, a fin de mejorar el almacenamiento, pero Conagua le lanzó una advertencia para detener los trabajos o de lo contrario enfrentaría un proceso legal en su contra.
En la reciente visita del secretario de Planeación y prospectiva de Hidalgo, Miguel Ángel Tello Vargas, el alcalde le pidió que apoyara esta gestión ante Conagua para el uso eficiente de la Requena, pues es un cuerpo en el que se desarrollan diversas actividades para beneficio de los pobladores del municipio.
Además de esto, los campesinos de la zona se han quejado de la falta de agua para los riegos, además de la calidad de la misma, pues acusan que en Atotonilco de Tula la tratadora de aguas residuales le retira los nutrientes al agua y le deja los metales pesados, lo que afecta a la población.