Piden mantenimiento en el Parque de la Familia

Visitantes y comerciantes del lugar aseguran que se requiere de más inmobiliario para comodidad de los usuarios y cuidado de la fuente de chorros para evitar accidentes

Desde su inauguración nadie realiza labores de mantenimiento. (Elizabeth Hernández)
Elizabeth Hernández
Pachuca /

Hace poco más de dos años se inauguró la segunda etapa del Parque de la Familia de Pachuca, que consistió en colocar el puente alámbrico que lo conecta con el Jardín del Maestro, y a partir de ahí, "no vienen a darle mantenimiento", aseguró Bárbara Hernández, comerciante del lugar. 

Además, señaló que algunos puestos se han unido para que se lave la zona de la fuente de chorros, ubicada en la entrada principal del parque, "y que eliminen el moho y no se resbalen los niños, porque si no, ya no viene la gente". 

Para ello, cada dos meses, los comerciantes cooperan con 30 pesos cada uno, dinero que dan de forma voluntaria para que personal de parques y jardines del municipio laven la zona, y con ello se eviten accidentes. 

Desde hace cinco meses solicité al municipio que se lavara seguido la zona de la fuente. Ya pasó que una niña se cayó, se pegó en la cabeza y convulsionó”, explicó. 

Al fondo del parque está la zona de juegos lúdicos. Hay dos especialmente diseñados para niños con discapacidad y uno de ellos es un columpio hecho para que la silla de ruedas ingrese en un cuadro metálico y el niño sea balanceado sin riesgo a caerse. 

Pero, a pesar de que hay dos carteles que la indicación de no pasar, “los padres necios y suben a los niños chiquitos, pero ese juego ya fracturó el pie de un pequeño, porque se les atora abajo, pero no entienden que solo es para que la silla de ruedas entre”, expresó. 

Me gusta el parque porque vengo con mi esposo y mi pequeña dos años. Venimos todos los domingo a darnos una vuelta, pero estaría mejor si hubiera mesas con bancas para que pudiéramos comer y pasar más tiempo aquí”, dice Guadalupe, después de mojarse en la fuente con su esposo y su pequeña. 

Para León, un señor de 65 años, “estaba mejor cuando era ‘Parque del Charro’. Había una fuente junto a la estatua de bronce. Se ve feo todo cercado, ya no puede uno andar libremente”, expresa, mientras platica con su hija y su nieto de tan solo meses de edad, y quienes conforman su familia. 

El espacio que conforman ambos sitios es uno de los más visitados por las familias hidalguenses de la capital y la zona metropolitana.

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