Luego de que las marchas feministas realizadas del municipio de Irapuato culminaran en varias pintas realizadas en los muros de a un costado del teatro de la ciudad, la alcaldesa Lorena Alfaro, dio la indicación de que éstas no sean retiradas hasta que se tome registro de las demandas expuestas en las mismas y de las personas señaladas como abusadores.
“Yo pedí que se dejaran ahí para poder recabar esa información tan valiosa que manifiestan y plasman en los muros, lo que plantean para aprovechar precisamente es de legítima protesta para que nos sirva como insumo en el trabajo a favor de las mujeres”, señaló la alcaldesa.
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Fue el propio gobierno municipal quien, inclusive, colocó mamparas para pintar, de tal manera que fuera más ágil recabar la información.
“El principal reclamo es por la violencia hacia la mujer en todas sus modalidades, la física, como la verbal por supuesto la feminicida y sobre todo el castigo que debe darse a quienes violentan a las mujeres”, concluyó.
Se calcula que alrededor de 3 mil mujeres, organizadas en seis bloques, partieron a las 5:00 de la tarde desde el Parque Irekua hasta el Centro Histórico de Irapuato, siendo custodiadas en todo momento por mujeres policías e integrantes del programa ‘Vivo Segura. Las principales demandas externadas al municipio tienen relación con la violencia que viven en los espacios públicos.
“El principal reclamo es por la violencia hacia la mujer en todas sus modalidades, la física, como la verbal (...) y esa atención, sobre todo ese castigo que debe darse a quienes violentan a las mujeres”, concluyó.
Sin embargo, la postura adoptada ante las pintas del Templo de San Francisco ubicado en el mismo municipio tuvieron una respuesta diferente por parte del obispo Enrique Díaz, quien aseguró que las colectivas feministas no valoran el trabajo que realiza la iglesia en favor de las mujeres, pues durante la manifestación el muro lateral del templo fue alterado con pintas y denuncias.
ALOL