Playa Miramar, principal polo turístico en la zona sur de Tamaulipas, en el Golfo de México, atrae visitantes principalmente de Nuevo León y San Luis Potosí por sus cálidas aguas, pero a esto se agrega el espectáculo poco habitual: los mapaches que habitan en la escollera.
Estos mamíferos al igual que los “marcianos” se han convertido en el ícono de Ciudad Madero, debido a que los vacacionistas nacionales como extranjeros se han encargado de difundir a través de las redes sociales su tierna forma de relacionarse con quienes acuden a divertirse al máximo paseo turístico.
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Esta endémica especie que vive normalmente en los bosques ha tenido que abandonar lo que fuera su hogar y mudarse a las escolleras de playa Miramar debido al crecimiento urbano registrado en los municipios de la zona conurbada.
Los mapaches al ser considerados un ícono y atractivo turístico de Ciudad Madero, se mantienen en la mira del alcalde Adrián Oseguera Kernion, quien ha implementado acciones de concientización entre la población y los visitantes, para fomentar una cultura de respeto hacia estos animales.
Toman popularidad
Las costumbres e identidades no las fijan las autoridades sino la gente, señala el historiador tamaulipeco, Francisco Ramos Alcocer. Es así como a través del Internet y el auge de las redes sociales se ha convertido a los mapaches de Miramar en Ciudad Madero así como al famoso lagarto "Juancho" de la laguna del Carpintero de Tampico en un imán para el turismo regional, nacional y extranjero.
Con curiosidad, al llegar a este rincón de la huasteca, los visitantes lo primero que le preguntan a su guía es dónde pueden ver a los mamíferos ya que desean convivir con ellos y tomarse la tan esperada fotografía.
Esto refleja que se han convertido, junto con el mito de la base de los marcianos, en un atractivo más de playa Miramar.
Adriana Carolina Infante Pacheco, cronista vitalicia de Ciudad Madero, señaló que los mapaches en los últimos años se han congregado en lo que es la zona de escolleras de playa Miramar, debido a que se han invadido sus espacios, sin embargo, han sido muy bien recibidos por los paseantes.
Al paso del tiempo estos animalitos han alcanzado una gran popularidad entre la población, de tal manera que muchas personas ya están a la espera de la reapertura de playa, para convivir con ellos y poderlos alimentar.
Hortencia Ruvalcaba Infante, presidenta del Patronato de Protección y Preservación Mapache Miramar, comentó que regularmente en temporada de vacaciones disminuye la entrega de alimentos, sin embargo debido a la contingencia sanitaria estos animales han quedado desprotegidos.
"Como no hay gente en playa Miramar, nos hemos dado a la tarea de redoblar esfuerzos para poder visitarlos y llevarles alimento que normalmente es conseguido a través de la generosidad de los turistas”.
Reconoce que el alimentarlos en medio de la “nueva normalidad” ha sido aún más caro, ya que tiene que llevar diariamente hasta 130 litros de agua y 120 kilos de alimento combinado entre croquetas, tortillas y galletas, representando un gasto superior a los 4 mil pesos semanales.
Reiteró que están acatando la disposición de las autoridades durante este periodo de pandemia, ya que lo que están buscando es solamente darles de comer a estos animales que eran alimentados por los visitantes, los cuales hoy están ausentes debido a las restricciones sanitarias impuestas.
“Hasta el momento no ha habido necesidad de sacar permisos especiales para ingresar a Miramar, pero siempre llevamos los papeles de la asociación con un gafete y su respectiva INE, para que nos den el acceso requerido para poder alimentar a los mapaches, así como perros y gatos que están olvidados”.
Actualmente tiene el apoyo de un veterinario que de manera gratuita brinda sus servicios para la atención de la vida silvestre y otorga precios bajos cuando se trata de mascotas, lo que representa un gran apoyo para continuar ayudando a esta especie que se ha convertido en un ícono de Ciudad Madero.
Para ayudarse en esta labor, los defensores de mapaches han tenido que realizar varias actividades como vender comida, hacer rifas u ofrecer productos significativos con la imagen de los mapachitos, como los cubrebocas que se convirtieron en un boom en la zona.
Ambulantes se benefician
Juan Carlos, comerciante informal, menciona que tanto él como sus compañeros se instalan a lo largo de las escolleras para ofertar sus productos a quienes visitan la playa, actividad que le ha brindado gran satisfacción ya que observa cómo con las frituras que vende los visitantes alimentan a estos animales.
"Los mapaches ya se acostumbraron a consumir frituras, se ven muy lindos, las familias que acuden les dan en la mano y mientras lo hacen se toman fotos".
De acuerdo al entrevistado son muy dóciles y cariñosos, y si bien no pueden las personas abrazarlos, con el simple hecho de verlos jugar entre ellos disfrutan de un día inolvidable que quedará plasmado en una foto para el recuerdo.
Son ya, sin embargo, cuatro meses sin esta estampa debido a la pandemia de coronavirus, así que los comerciantes se suman a la demanda de una pronta reapertura de la playa, algo en lo que coinciden con hoteleros, prestadores de servicios y activistas defensores de animales.