Bajo el nombre de 'Plazoleta José Alfredo Jiménez', así era conocida la famosa Plaza del Mariachi del municipio de León; sitio que fue el hogar de cientos de músicos por muchos años.
Fue un miércoles 20 de agosto de 1980 cuando fue cortado el listón que abrió las puertas de la Plaza del Mariachi, siendo esta la primera en su tipo construida en la localidad, dentro del terreno donde, previo a ello, se encontraba una unidad conocida como la Plazoleta del Centro Comercial de León, ubicada en el cruce del bulevar López Mateos y la avenida Miguel Alemán.
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Son pocos los registros que existen de ese hecho, pero se sabe que éste se dio en medio de un ambiente lleno de entusiasmo, donde participaron cientos de músicos; no solo mariachis, sino también conjuntos, tríos, y otros grupos musicales.
Así mismo, se sabe que este hecho que se convertiría en histórico para la gente del municipio, ocurrió exactamente a las 21:30 horas, y que, de acuerdo con los datos disponibles, proporcionados por el Archivo Histórico de León, sería posible debido a las iniciativas impulsadas por el entonces alcalde, Harold Gabriel.
El funcionario, acompañado de su esposa, Julia de Lira, expresó unas palabras para todos los asistentes, mencionando que ese espacio 'permitiría a los músicos trabajar en mejores condiciones y superarse en un ambiente digno'.
Este espacio funcionó como punto de reunión de mariachis y músicos en general, al menos por 30 años, hasta que fue inaugurada una nueva plaza en el año 2011, ahora bajo el nombre de la 'Plaza del Músico', en la colonia Los Paraísos.
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Ello se hizo con la intención de crear un equivalente a la Plaza Garibaldi de la Ciudad de México, para lo que se destinaron alrededor de 12 millones de pesos, abarcando las calles Francia, Holanda, Arroyo Mariches y Lago de Chapala.
Aunque en ocasiones se le puede ver un tanto descuidada, en ese momento existía la intención de construir una zona de alimentos, así como un salón de usos múltiples donde los músicos pudieran guardar sus alimentos.
Como dato curioso, aunque el objetivo del espacio era permitir que los músicos contaran con un lugar a donde pudieran acudir sus potenciales clientes, algunas personas que habitaban en la zona se posicionaron en contra del proyecto, temiendo que los músicos generaran escándalos hasta altas horas de la madrugada.
Por otra parte, los músicos temían perder clientes como resultado del cambio de ubicación, ya que, decían, las personas ya estaban acostumbradas a buscarlos en la antigua plazoleta. Debido a ello, los últimos en abandonar el antiguo recinto fueron los troqueros, quienes se dedicaron a alertar a los clientes que circulaban por la zona sobre su nueva ubicación.
MLMG