Los ciudadanos deben mantener la vigilancia en torno a las obras que la Comisión Nacional del Agua realiza en el río Tula para garantizar que no haya afectaciones secundarias o incidencias como las del pasado fin de semana, cuando el aumento del nivel causó algunos desbordamientos.
Lo anterior lo externó María Berenice Pecina Jiménez, presidenta de la Gran Asamblea de Damnificados, quien dijo que el 29 de julio el nivel del río Tula incrementó por los 128 metros cúbicos por segundo que se enviaron, lo que causó que el agua sobrepasara el nivel de los drenajes y comenzara a ingresar a las viviendas de Tres Culturas.
Asimismo, detalló que hubo desbordamiento en la calle Manuel Doblado y en algunos canales, así como el colapso de dos bardas, pero acusó que durante el recorrido que realizaron por la ribera del río este martes junto con personal de Conagua y otras dependencias, el área de Protección Civil municipal manifestó que no tuvo conocimiento de ese hecho.
Al respecto, pidió a la ciudadanía estar al pendiente del incremento de los niveles del río, pues acusó que Protección Civil ni la presidencia municipal lo están, situación que pone en riesgo a la población, aunque confió en que después de que reportaran el hecho a Protección Civil estatal, dicha dependencia intervenga e instruya a su homóloga municipal más acciones de monitoreo.
La representante expresó que en la zona de Tres Culturas hay problemáticas, toda vez que el puente viejo del sitio genera un cuello de botella, lo que a también hace que se incremente la velocidad del río de ese punto en adelante, por lo que pidieron que se retire.
No obstante, recordó que Conagua expresó que es un puente histórico, por lo que refutaron a los funcionarios que la obra no está protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, y que comenzarían los trámites para su retiro y eliminar ese riesgo ante el incremento de la capacidad del caudal.
De igual manera, insistió que el proyecto que se desarrolla en Tula no era necesario, ya que la problemática se registra aguas arriba, en el propio Valle de México y su zona metropolitana, en donde se tiene que aplicar las acciones integrales y no trasladar la situación a Tula.