El Mercado Libertad o de San Juan de Dios, el corazón del comercio en Guadalajara, fue señalado por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) como uno de los principales puntos de venta y distribución de mercancías ilegales en el país. Este lugar representativo, conocido por su tamaño y diversidad, es también un nodo clave en la distribución de productos piratas que se extienden por toda la región occidente, lo que lo coloca como el próximo objetivo del Operativo Limpieza, puesto en marcha por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Esta medida sigue con todo en diversas partes del país. En entrevista exclusiva con MILENIO Jalisco, Santiago Nieto Castillo, director del IMPI, confirmó que Guadalajara es uno de los puntos rojos más importantes en el combate contra la piratería, debido a las operaciones que se concentran en San Juan de Dios. Aunque no reveló fechas específicas, sí aseguró que la estrategia contempla extenderse a 19 ciudades del país, entre ellas Guadalajara, Monterrey, Cancún y Tijuana. “Guadalajara es un centro estratégico para la distribución de mercancías ilícitas. El Mercado San Juan de Dios concentra un alto volumen de productos piratas que afectan la economía formal y el empleo productivo”, señaló.
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¿Por qué San Juan de Dios está en la mira para operativo?
El operativo, aún sin fecha confirmada, forma parte de una política nacional que ya ha dejado resultados contundentes en otras ciudades. En Izazaga 89, un mercado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se decomisaron 88 mil productos ilegales en noviembre. Hace apenas cuatro días, en Hermosillo, Sonora, se incautó un millón de piezas valuadas en 150 millones de pesos en un operativo que abarcó 10 mil metros cuadrados en tres establecimientos. En ambos casos, las acciones incluyeron clausuras temporales y el inicio de procesos legales para la extinción de dominio de los inmuebles.
San Juan de Dios, con más de 3 mil locales y una afluencia diaria de miles de personas, no solo es un centro comercial, sino también un símbolo cultural de Guadalajara. Sin embargo, su tamaño y ubicación estratégica lo convierten en un centro para la distribución de productos que ingresan al país por aduanas clave como Manzanillo y Lázaro Cárdenas. Estas mercancías, que incluyen juguetes, ropa, tecnología y productos de uso personal, han sido el objetivo de incautaciones masivas durante revisiones en dichas aduanas, donde ya se han decomisado más de 225 millones de pesos en artículos ilegales en los últimos tres meses.
La importancia de estos operativos no se limita a combatir el contrabando; también busca que se frene el impacto económico y social de la piratería. Santiago Nieto señaló que esta práctica no solo afecta la recaudación fiscal, sino también a las empresas formales, que enfrentan una competencia desleal. “Cuando compramos productos piratas, no solo afectamos a los productores legales, sino también a los servicios públicos, porque se dejan de pagar impuestos que podrían usarse para mejorar calles, alumbrado o recolección de basura”, explicó. Además, la venta de productos como medicamentos y alcohol adulterado representa un riesgo crítico para la salud pública.
¿Cuál sería el impacto de un operativo en San Juan de Dios?
El impacto de un operativo en San Juan de Dios podría ser significativo. Los comerciantes que operan dentro del mercado temen el posible decomiso de mercancías y la clausura de locales, como ocurrió en Izazaga 89, donde más de mil 500 locales fueron cerrados temporalmente. Aunque el gobierno federal ha señalado que estos operativos van acompañados de programas para apoyar la formalización de pequeños comerciantes, la incertidumbre entre los locatarios es palpable.
El gobierno de Jalisco, por su parte, ha mostrado disposición para coordinarse con las autoridades federales en caso de que el operativo se lleve a cabo. Fuentes estatales han señalado que cualquier intervención en San Juan de Dios requerirá una planeación cuidadosa para evitar enfrentamientos o afectaciones mayores a la actividad comercial del mercado, que no solo es un punto de comercio local, sino también un atractivo turístico.
De acuerdo con el IMPI, en los últimos tres meses se han realizado más de 900 visitas de inspección a nivel nacional, con 1.3 millones de productos asegurados, muchos de los cuales estaban destinados a mercados como San Juan de Dios.
Historia del mercado Libertad o San Juan de Dios
El arquitecto Alejandro Zohn fue el encargado del proyecto del mercado, Zohn, austriaco y nacionalizado mexicano decidió apostar por una edificación modernista, esta incluyó un espacio de 4 mil m², tres niveles y dos estacionamientos, finalmente lo inauguró el 30 de diciembre de 1958.
Cuenta con cerca de 3 mil puestos donde se comercializa una infinidad de artículos, que van desde frutas, legumbres, verduras, carnes y pescados de todos tipos; ropa y sombreros de todos los días o típicos, zapatos, tenis, huaraches, botas, artículos de talabartería, objetos artesanales de barro, cerámica, madera y latón, antigüedades, cosas nuevas o usadas, dulces, mochilas, hasta aparatos electrónicos, videojuegos, y mucho más.
Para el 2003 este mercado estuvo a punto de ser demolido nuevamente, sin embargo, este plan se vino abajo cuando el inmueble fue declarado como Patrimonio Artístico de la Nación por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en el 2005.
En 2022 un incendio afectó a más 400 locales que ante el siniestro requirieron apoyo con reconstrucción de sus espacios y un apoyo económico para comenzar su reactivación
SRN