La Ciudad de Lerdo, antes Villa Lerdo de Tejada, nació cuando algún gobierno del Estado de Durango en 1827 pondría a remate el Rancho San Fernando, mismo que sería adquirido nueve años después por el hacendado y terrateniente Juan Nepomuceno Flores.
Según el cronista José Jesús Vargas Garza, autor del libro El Primer Pueblo que Conquistó el Desierto, en 1848 Juan Nepomuceno mandó construir el primer casco de la ciudad, dando origen con esto a la Comarca Lagunera de Durango y Coahuila.
¿POR QUÉ "LOS DORMIDOS"?
Existen dos versiones: una basada en el mito, y la que se hizo oficial, ambas basadas en la construcción de las vías férreas que pasarían por la ciudad hacia 1882.
Cuenta la leyenda -y esta es la versión que los lerdenses más conocen-, que la gente o algún terrateniente "influencer" rechazaban el paso del tren por la ciudad, debido a que les iba a molestar en sus horas de siesta durante la tarde.
Hasta aquí todo bien, es creíble, ¿no?, ¿A quién no le va a gustar estar a gusto "echando la hueva" en la tardecita después de la comida, y más en la llamada Ciudad Jardín donde el clima y la vegetación está para sentirse aislado del mundo y sus congestiones.
Si lo vemos así, no es difícil observar que es el cuento idealizado en lo que a todos nos hubiera gustado pensar, tal vez por eso hasta nuestros días es el mito lo que prevalece.
LA VERSIÓN REAL
Sucede que en 1882 cuando se comenzó la construcción de las vías que pasarían por la Comarca Lagunera rumbo a Estados Unidos, hubo un conflicto de interés político entre el gobernador porfirista provisional diez veces odiado, Juan Manuel Flores, y su sucesor, Francisco Gómez Palacio.
Cuando Francisco Gómez llegó al poder en 1883, no permitió que la estación del ferrocarril se construyera en Lerdo, como lo había planeado Juan Manuel Flores un año antes durante su mandato. Su instalación permitió que Gómez Palacio adquiriera el grado de ciudad en 1905, y la estación fue nombrada bajo el nombre de Estación Lerdo.
Las empresas prefirieron instalarse junto a la estación del tren y Lerdo se quedó en el rezago, por lo que sus ciudadanos se enfadaron con Juan Manuel Flores, a quien acusaron de haberse opuesto a que esta ciudad fuera la Estación del Ferrocarril Central Mexicano, porque de haberse concretado el proyecto, sus 200 carretas tiradas por bueyes habrían sido perjudicadas.
EL HECHO HISTÓRICO
El 23 de junio de 1892, el gobernador Manuel Flores fue invitado a un banquete en la Ciudad de Lerdo, donde un reconocido intelectual local, el doctor Agustín Vergara, le ofreció un discurso.
Según el libro 'El Primer Pueblo que Conquistó el Desierto', ante el asombro de los invitados que esperaban una intervención positiva, el doctor habló con firmeza y sin adulaciones ante el enojo de ver que la estación se instalaría en la vecina ciudad, y sin prejuicios ni temor dijo:
"Desgraciado ranchero de ramos, capachivos, tú eres la causa de las desgracias de este pueblo, tú eres la causa del retroceso de esta ciudad que ve con asco a toda tu familia, ¡por malvados!
Y continuó...
"Beber tu licor sería para mi una mancha indeleble que llevaría toda mi vida, ¡te odio!, y te odia todo mi pueblo de Lerdo. ¡Eres un malvado, eres un asesino de sociedades de hombres honrados!
"¡NO ME BATO CONTIGO PORQUE NO SOY UN ASESINO, NI QUIERO DEGRADARME, NO TE MATO PORQUE NO SOY FELÓN, PERO TÚ, MALVADO, ERES LA CAUSA PARA QUE A ESTE PUEBLO SE LE DIGA MAÑANA, EL DORMIDO DE LERDO"!
Y, pues bueno, el desenlace lo conocen. Este es el hecho por el que hasta nuestros días, cuando alguien de la Comarca Lagunera e incluso de todo Durango habla de lerdo o se refiere a sus personas, lo hace bajo el calificativo "los dormidos de Lerdo"