La ciudad de León por años ha sido identificada en el país como la capital mundial del Calzado, debido a su giro industrial de producción, sin embargo por años también se le ha denominado a su gente como “Panzas Verdes” esto debido a dos cuestiones y perspectivas de los locales y visitantes de la ciudad.
De acuerdo con el cronista de la ciudad Luis Alegre, los leoneses desde hace un siglo adoptaron el oficio de la zapatería y curtiduría, la cual fue posicionando a la ciudad como la capital zapatera del país, con la labor diaria de producción de calzado y cuero, principalmente el curtidor era el que tenía especialmente una mancha verde en su babero de trabajo justo en la parte del estómago.
"Lo de los panzas verdes es por lo de los trabajadores de las tenerías que al raspar las pieles y ponerlas, en la manera en que trabajaban las cuchillas daban con los tablones en donde las descarnan y daban a la panza usaban un mandil, entonces este mandil se pintaba de verde por los químicos que utilizaban para trabajar con la piel y qué pasaba, que los trabajadores que se dedicaban a tallar en las tenerías el mandil que traían de piel en la panza estaba verde entonces era literal panzas verdes", comentó el cronista.
Luis Alegre comentó que entre los locales la versión anterior era la más contada por los que habitaban en la localidad hacia las nuevas generaciones, sin embargo los visitantes de la capital mundial del calzado, tenían otra perspectiva distinta del significado del apodo a los leoneses.
El cronista mencionó que una de las verduras que se cosechaban con mayor fuerza en la ciudad era la lechuga, por lo que en la ciudad existían numerosos campos de lechuga que al momento de llegar alguna persona en el tren podía observar la cosecha de lechuga en el municipio, sobre todo por los campesinos que se dedicaban a venderla en las estaciones del tren, en forma de botana con limón y chile, lo que de igual manera al obtenerlas dejaban un color verde en la ropa de los trabajadores y sobre todo en la panza.
"Todas estas lechugas ahí entorno a la propia estación generaban que la gente que iba de paseo, pudiera tomar o comprar esas lechugas y comérselas ahí mismo como una botana y que justo a los viajeros del ferrocarril, por las ventanillas iban todos los vendedores ambulantes que había entorno a la estación lo que les ofrecían eran esas lechugas, entonces fue muy común en toda esta zona", comentó.
Ante estas teorías el cronista mencionó que la más oficial es la versión de la curtiduría, principalmente porque es con la que más se identifican los leoneses y sobre todo es la que hasta la fecha se ha mantenido activa y le ha dado mayor fuerza a la economía no solo del municipio sino al estado.