El olor a cempasúchil inundó las pasillos de la Central de Abastos de Pachuca que, la mañana de este domingo, recibió a cientos de personas que acudieron a comprar lo indispensable para celebrar en casa la llegada de los Santos Difuntos.
Algunos puestos recibían manojos de las flores naranjas que, en la tradición del Día de Muertos, ayuda a las almas a regresar a sus hogares, y tras haberse suspendido el Tianguis de Flores en este lugar, algunos comerciantes se aprovecharon de los precios.
"Está carísima la flor, me están dando un ramo grande en 180, prefiero comprarla hasta el fondo, la tienen en 50 pesos el manojo", indicó Patricia Romero, quien colocará su ofrenda esta tarde.
"Abusan del costo de la flor, espero que así se la hayan pagado a los productores", refirió otra señora molesta al ver el precio de la flor.
Unos 15 puestos dentro de la Central de Abastos ofrecieron la flor de cempasúchil, así como la morada, mano de león, que coloreó el pasillo principal de este lugar.
"Sí están dando cara la flor, supongo que porque no está llegando mucha a Pachuca porque no se abrieron los panteones, pero aunque sea un ramo nos llevamos para el altar", indicó Gisela Chávez, quien pagó 90 pesos.
En promedio, el manojo de la flor se dio entre 90 y 100 pesos, "porque no hay mucha, casi no llegó a la ciudad", indicó un vendedor.
Entre los productos de mayor consumo ha sido la de naranjas, guayabas y manzanas, "porque es la fruta de temporada y está barata, a tres kilos por 15 pesos o 10, dependiendo del puesto.
"La gente la consume mucho porque trae vitamina C, buena para evitar las enfermedades en vías respiratorias", expuso Mario Cortés, vendedor de estos frutos.
"Sí, tenemos un poco más de gente, aunque las ventas no se elevaron como quisiéramos, pero tiene que ver con la economía de las familias, cuidan el dinero, pero pues ahí vamos saliendo", expuso Carla López, quien vende verduras en el lugar.
En esta ocasión, y a pesar del movimiento de personas, el túnel desinfectante ubicado en la entrada principal del lugar no estaba en funcionamiento, aunque una mujer del personal administrativo, se dedicó a colocar gel antibacterial a las y los visitantes; tampoco hubo restricción de salida y entrada por avenida San Javier.