Los efectos de la pandemia por el covid-19 han golpeado no solo la salud, también a la economía. Si bien fue diseñado un semáforo económico para marcar los tiempos del regreso a las actividades laborales, de mantenerse el más reciente retroceso del color amarillo a naranja, tendrá afectaciones directas en pérdidas de hasta el 9 por ciento del Producto Interno Bruto Estatal al cierre de 2020, así lo explicó Alejandro Gómez Tamez, economista.
“Bajo un escenario base, a nivel nacional se prevé una caída del 9 por ciento y en Guanajuato sería una caída de un 7.5 u 8 por ciento, pero ahora que hemos regresado al semáforo naranja, si la medida es prolongada vamos a caer igual que el resto del país” explicó.
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Hasta el momento, Guanajuato había mostrado una recuperación por encima de la media nacional, pues más de 11 mil 200 empleos formales se han recuperado en el Estado tras la pandemia durante tres meses consecutivos, esto de acuerdo con el reporte de trabajadores asegurados en el IMSS.
Gran parte de esta franca recuperación se atribuye a que sectores como el agroalimentario no dejaron de producir e inclusive incrementaron sus exportaciones un 15 por ciento, y durante los primeros seis meses la agroindustria pasó de 821 millones de dólares en 2019 a 943 millones de dólares en este 2020.
Se suma el sector automotriz, que embona la exportación y manufactura, mismo que presentó un crecimiento general en la industria del 27 por ciento con respecto al 2019 y pese a la pandemia. La industria automotriz representa el 17 por ciento del Producto Interno Bruto del estado de Guanajuato y a través de sus subsectores mueve 188 mil empleos en la entidad.
"Previmos que en el corredor de Guanajuato caería un poco menos que eso, porque depende mucho la economía del estado del sector automotriz y el sector automotriz ya está en franca recuperación" señaló.
De acuerdo al censo económico, en Guanajuato hay 242 mil 534 unidades económicas, que emplean a 1 millón 379 mil personas, por lo que de acuerdo al experto, estas medidas afectan a las empresas que deben disminuir del 75 por ciento al 50 por ciento su capacidad instalada, así como los aforos en los espacios públicos, lo cual golpea al sector servicios, retarda la recuperación económica, pero no resuelve el problema de fondo que es la falta de uso de cubre bocas.