Especialistas en temas hídricos pronostican un año complicado para Nuevo León en este rubro, y admiten que hay preocupación por la escasez de agua en Nuevo León.
El director del Centro del Agua del Tecnológico de Monterrey, Iván Ramírez, señaló que las presas del estado actualmente tienen 30 por ciento menos de agua en comparación con el mismo período en 2022, año en que se agudizó la reciente crisis hídrica de la región.
"No solo los números son de por sí digamos importantes, sino que la verdad es que la cantidad de agua que tenemos almacenadas en las presas es menor a la que teníamos a estas mismas fechas en el año pasado y es menor a la que teníamos cuando se detonó lo más grave de la crisis en 2022, en números redondos, hoy tenemos 30 por ciento menos agua en las presas que la que teníamos en 2022".
Ramírez añadió que el nivel de las presas ha venido descendiendo y las épocas de lluvia no han sido suficientes para que se recuperen las presas.
A pesar de los esfuerzos por conservar y gestionar los recursos hídricos, la disminución en los niveles de las presas representa un desafío significativo que requiere atención inmediata y medidas preventivas.
"Esto nos pone en una situación de consideración es algo que debe ocupar a todos los interesados en el tema del agua y en particular al organismo operador y se viene todavía los meses más difíciles desde el punto de vista de las temperaturas, ya lo estamos sintiendo y un alta temperatura siempre está asociada con un alto consumo, entonces eso también es algo que es importante mencionar", comentó.
Comparando la situación actual, el también maestro en Ingeniería Hidráulica, dijo que no se repetirá una crisis de agua con la misma intensidad que la experimentada en el año 2022; sin embargo, instó a la población y a las autoridades a no bajar la guardia y a continuar trabajando en soluciones a largo plazo.
"La historia del 2022 desde mi perspectiva, no se va a repetir con esa misma intensidad, hay algo que si hace diferente a este año con el 2022 y es que ha avanzado la construcción de infraestructura, mucho se ha hablado del segundo acueducto de El Cuchillo y por supuesto que esto no representa que tengamos más agua, pero sí representa la capacidad de traer más agua de una fuente de abastecimiento, que es la verdad la más grande, la más importante del sistema hídrico en el área metropolitana que es la Presa El Cuchillo, y entonces tener dos acueductos da una mayor flexibilidad de extracción de agua, eso hace una gran diferencia con 2022", mencionó.
Agregó que para el mes de junio se prevé un déficit del 25 por ciento en cuanto a precipitaciones, lo que agudiza aún más la situación y subrayó la urgencia de la situación.
"Hay algo que es una luz en el túnel y es que los pronósticos de la temporada ciclónica sobre todo realizados por universidades y centros de investigación en Estados Unidos como en el Centro Nacional de Huracanes marcan una temporada ciclónica más intensa de lo normal, eso quiere decir que esperaríamos un poco más de incidencia de fenómenos, como lo son las depresiones tropicales, las tormentas y los huracanes, claro esto no quiere decir que alguno de estos huracanes vaya a tener influencia sobre esta zona."
"Lo importante que son precisamente esos eventos para la recarga de los acuíferos y para llenar las presas, claro que también nos pone a veces en una situación difícil en cuestión de inundaciones y todo lo demás, pero desde mi punto de vista el abasto es algo interesante, entonces hay que estar muy alertas a la temporada de ciclones que oficialmente empieza el primero de junio", indicó.
En cuanto a posibles soluciones, Ramírez destacó que, aunque no es la ideal, un huracán que llegue a la entidad podría beneficiar a los embalses, ofreciendo un respiro temporal en la lucha contra la escasez de agua.