Pongan su granito de arena y compren aunque sea una flor: Roberto Romero

Guardan las huellas de la tradición y el cansancio que les ha dejado el tiempo, acumulado también con alegrías.

Son parte de la tradición del Día de Muertos. (Tania Contreras)
Toluca /

El trabajo de cientos de productores mexiquenses hace posible que esta celebración de Día de Muertos tenga un amplio colorido; en sus manos, las y los floricultores mexiquenses guardan las huellas de la tradición y el cansancio que les ha dejado el tiempo, acumulado también con alegrías.

Una de las comunidades en las que se concentra la producción de flor, que lucirá en las ofrendas y tumbas este primero y dos de noviembre es la comunidad de San Francisco Putla, en el municipio de Tenango del Valle, donde decenas de familias tienen como actividad principal la producción de flor, que en algunos casos combinan con la siembra de otras hortalizas o granos, para hacerse de algunos recursos extras, ya que cada vez es más complicado lograr una temporada exitosa.

Con paisajes de ensueño, esta comunidad luce sus campos repletos de flor, los aromas se mezclan con el trabajo diario de cientos de campesinos y floricultores, quienes han colocado a esta comunidad como un referente en la producción de cempasúchil, nube, alhelí y crisalia.

Las jornadas empiezan desde temprano. (Tania Contreras)

"Con que cada persona nos compre una florecita, con eso nos reponemos"

Uno de estos productores es Roberto Romero, quien junto a su familia, por más de 20 años se ha dedicado a la siembra de flor, un oficio que le fue heredado y que ahora comparte con su familia y vecinos, quienes temporada tras temporada dedican sus días a la siembra, cosecha y venta.

“Yo vendo en el mercado de aquí, la venta está muy tranquila, casi no hay gente, ojalá esperemos que ya vaya mejorando porque hay poca gente, me imagino que hay pocos recursos”.

Tras meses tan complejos, en los que se cimbró la economía de miles de familias, a consecuencia de la pandemia de covid-19, confía en que este Día de Muertos se puedan recuperar las ventas, ya que el año pasado fue sumamente complicado para quienes llevan este oficio, ya que ante el cierre de los panteones, la venta de flor tuvo una enorme caída.

Estos meses han estado para chillar, estos dos años uno apenas se va reponiendo de lo que invierte, sale uno poniendo de su bolsa, para medio sacar la inversión”.

A pesar de lo complicado que se han tornado estos meses, añadió, la siembra de flor representa también la tradición y el amor de quienes ya no están, de quienes les heredaron este oficio, de los abuelos, además de ser una de sus principales fuentes de ingreso, por lo que invitó a comprar en los mercados y a los productores locales.

Esperan que las ventas ayuden a resarcir las perdidas pasadas. (Tania Contreras)
“Además de la flor, en otros meses sembramos chícharos, habas, frijol, nosotros si no nos reponemos en esta venta, ya no tenemos otras formas de tener recursos. Yo sí les digo que pongan su granito de arena y con que cada persona nos compre una florecita, con eso nos reponemos”.

Mercados competidos

Cabe destacar que las y los productores mexiquenses ofrecen sus cosechas en los principales puntos de venta en la región; en la Ciudad de México, como la Central de Abastos de Iztapalapa y en el Mercado de Jamaica.

  • En el Estado de México distribuyen en la Central de Abastos del municipio de Villa Guerrero, Mercado de Flor, en Tenancingo, Mercado Floracopio, de San Antonio La Isla, y en San Lorenzo Tlacotepec, de Atlacomulco.

KVS

  • Monserrat Mata
  • monserrat.mata@milenio.com
  • Reportera en MILENIO Estado de México desde 2016, egresada de la Facultad de Humanidades de la UAEMex. Escribo sobre Salud, Desarrollo Agropecuario y Medio Ambiente.

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