Israel Redondo Vilchis es un profesor que da de sí todos los días. Se pone su casco y monta su bicicleta para recorrer ocho kilómetros para llegar a Ahuatitla, y otros días a Atappa, comunidades alejadas de Huejutla, donde ofrece su apoyo a niños y a niñas que, debido a las condiciones no cuentan con internet ni televisión, por ello los visita y ayuda a realizar sus tareas y aprendan con las actividades del ciclo escolar 2020-2021.
A pesar de estar titulado y haber pasado los exámenes correspondientes, no cuenta con un contrato de la Secretaría de Educación Pública (SEP)estatal, y durante nueve años ha vivido de interinatos por contrato de tres a seis meses, y con la pandemia, no ha sido contratado, aunque esto no lo detiene para seguir educando.
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“Las comunidades a las que voy no tienen internet, tampoco tienen televisión, por lo que se les está complicando esta situación del ciclo escolar, es difícil. En muchos casos los papás no están, trabajan fuera y con quien se quedan a vivir es con los abuelitos que pues no saben leer, entonces había niños que no habían hecho nada desde que se inició el trabajo a distancia”.
“Si dentro del aula se batalla con las y los niños y estando nosotros ahí, ahora hay que imaginar en casa que no tienen quien los apoye, batallan demasiado, pero eso es lo que trato de hacer, que hagan más llevadero este ciclo los casi 40 alumnos a los que estoy apoyando”, indica Redondo Vilchis.
Sin embargo, para ofrecer más apoyo, ha instalado en su casa una mesa para apoyar a las niñas y niños de su comunidad, Tehuetlán, para ofrecer apoyo a dos grupos más, tanto de preescolar como de primaria.
“Trabajo con los materiales que envían sus profesores, pero también saco copias”, dice sin importar los kilómetros que recorre tres veces por semana a las comunidades más alejadas.
“Con esta pandemia, las y los niños tuvieron que quedarse en su casa y los maestros están mandado material, algunos trabajan con apoyo de sus papás pero en las comunidades se hace un poco más pesado”.
“Yo practico el ciclismo y conozco muchas comunidades y a partir de ahí me hice amigo de varios delegados de varias comunidades y fue ahí que empecé a ver la necesidad de muchos niños por tener una instrucción, un apoyo para realizar sus clases y sus tareas”, indicó.
Finalmente, señaló que sólo espera que la SEPH pueda apoyarlo con un contrato definitivo, “que me den la oportunidad de ingresar porque así como yo, hay muchos profesores en la misma situación y nos ayudaría tener algo más seguro para seguir apoyando a las y los niños de más comunidades”, concluyó.