En los pasillos de la división de Ingenierías de la Universidad de Guanajuato en León, la comunidad universitaria promueve la honestidad en cada uno de sus pasillos, lo hacen a través de la venta de dulces donde uno solo se atiende y paga.
“Hasta donde yo tengo entendido no se han robado nada, está completo y pues si llega a faltar algo, pues a veces te dejan papelitos de ‘ah te debo’ y luego se lo reponen", señaló. Víctor Manuel Ramírez, estudiante de ingeniería.
Cuentan que esta iniciativa estudiantil nació hace dos años, después de que por un tiempo la cafetería permaneciera cerrada por obras, la necesidad y el no tener un lugar cercano para comprar algo de comer, orilló a la comunidad en llevar sus propios artículos a vender como dulces, papitas, frituras, comida. Pasó el tiempo y la cafetería reabrió, pero la idea de los jóvenes no murió.
“Ya que regresó la cafetería, los estudiantes siguieron aquí en las banquitas, solo con un botecito ponen los precios, tú solo vas, pones el dinero y agarras tu producto”.
Comprar es muy fácil, cada ‘puestito’ cuenta con su propia lista de precios, con ayuda de una hoja de papel donde señala el nombre del producto y el valor. Para comprar, el dinero se deposita en una vaso y si requieres de cambios del mismo recipiente lo puedes tomar.
El dinero recaudado les ayuda para sus gastos ya sea completar la renta, el agua, la luz o su comida además de material para la escuela.
“Está bien que pongan sus puestos de confianza, así les llaman, y hay más variedad incluso más que en la cafetería, me hace un favor el que estén los puestos, porque en ocasiones hay pan o empanadas”, dijo Diego López, estudiante.