Reactivar el cobro del impuesto sobre tenencia vehicular significa para Tamaulipas la posibilidad de acceder a recursos extras por más de 4 mil 500 millones de pesos, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), que propone rediseñar tal gravamen.
La asociación civil plantea su reincorporación contemplando componentes progresivos, medio ambientales y de infraestructura, para aumentar la recaudación de recursos propios y depender menos de los fondos federales. En ese sentido, calcula que el estado captaría 4 mil 569.6 millones de pesos, un 5.5% más de sus actuales ingresos.
El CIEP explica que el impuesto sobre tenencia o uso de vehículos inicialmente era un gravamen federal. Sin embargo, en 2007 se pasó el control tributario y administrativo a los estados y fueron dejando de cobrarlo.
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“Desde entonces, la tenencia perdió relevancia ya que la recaudación por dicho impuesto cayó en un 43.7% pese a que el parque vehicular ha crecido en un 118%. Solo ocho estados lo cobran en la actualidad, Baja California, Hidalgo, Estado de México, Ciudad de México, Querétaro, Guanajuato, Guerrero y Tlaxcala”.
Ante la necesidad de fortalecer las haciendas estatales, se propone rediseñar dicha contribución, bajo un modelo con potencial recaudatorio de 124 mil 984.4 millones de pesos adicionales a nivel nacional.
“Mientras que el impuesto a la tenencia no figura como fuente de ingresos en 24 estados, el parque vehicular presenta crecimientos año con año. De 2007 a 2023, los vehículos registrados en circulación (parque vehicular) en México han crecido en un 118%”.
El organismo señala que el uso de un vehículo implica la necesidad de infraestructura vial adecuada, que incluye desde la construcción de calles y estacionamientos hasta la instalación de semáforos y señalizaciones. “Con esta perspectiva, resulta razonable gravar a los vehículos en función del espacio que ocupan en la vía pública”.
Añade que el incremento en el uso de unidades con motores más grandes implica mayores emisiones de CO2. “Considerando que el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero en México proviene de los automóviles, un impuesto reestructurado podría funcionar como un instrumento tributario de control ambiental”.
Reitera que resultaría relevante que las entidades federativas aprovechen el crecimiento del parque vehicular para fortalecer su recaudación propia a través del impuesto a la tenencia.
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SJHN