Las enseñanzas de los pueblos originarios de estados como Puebla pueden ser aprovechadas en la implementación de programas y acciones encaminadas al cuidado del medio ambiente y en una mejor convivencia social.
David Sánchez Sánchez, director de la Licenciatura en Humanidades y Gestión y de la Maestría en Estudios Históricos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), destacó que, en los pueblos originarios, se establece que el mundo es la casa común, la cual, debe ser respetada para construir espacios más sanos y saludables.
- Te recomendamos Recupera Laguna de San Baltazar sus aguas claras tras lucha de 35 años Comunidad
“El tema del medio ambiente y el tema de las relaciones personales inciden en el aspecto cultural. La cultura es el modo como los seres humanos, hombre y mujer, se relacionan entre sí mismos con la propia naturaleza. Desde la cosecha, desde plantar el maíz, desde la pesca, desde la conservación natural es un acto cultural”, destacó.
Tras dar a conocer que este 25 de junio inició la Primera Feria Regional, Cultura y Gastronomía “Grandiosos Pueblos de Puebla” en Zinacatepec, en el valle de Tehuacán, el especialista resaltó que está creciendo el estilo orgánico, es decir, la producción de alimentos con un mayor cuidado.
“Hemos vuelto al concepto de lo orgánico, de lo natural, de lo sano. Incluso, llevan a un incremento de los precios porque se requieren de procesos y de más cuidado para la producción. Ahora los buenos productos no tienen los pesticidas y vamos hacia ese producto”, apuntó.
El investigador resaltó la importancia de mantener el principio del bien común que se impulsa en los pueblos originarios con el objetivo de que las acciones que realizan las personas no solo estén enfocadas en lograr beneficios personales sino para toda la comunidad.
“Los valores son universales, son valores de las personas, valores que tienen que estar vinculados al bien común. El bien común debe ser el principio que debe regular a las relaciones. ¿Qué nos puede aportar el campo a la ciudad? El campo es vital, abandonando el campo, se abandono todo el territorio. Si se abandona el campo, se pierde todo (…). Aparecen los valores de la familia, el respeto por la propia comunidad, se refuerza el principio del bien común y el beneficio mútuo”, apuntó.
AFM