“La lectura tiene que ser de todos los días, así como cotidiana y natural. Las campañas de promoción de la lectura duran poco tiempo y un lector se forma a lo largo de su vida, por eso es tan importante que los lectores se formen también desde la casa”, señaló el escritor mexicano Felipe Garrido.
El integrante de la Academia Mexicana de la Lengua está consciente que formar lectores no es una tarea sencilla, en su caso, fue una herencia, pero para alcanzar esa meta en el país, las escuelas, docentes, padres y madres de familia juegan un papel trascendental. “Siempre han jugado ese rol”, añadió.
Cuando apenas tenía 10 años de edad, El Tesoro de la Juventud, una colección de veinte tomos y más de siete mil páginas ilustradas, fue un material que desató un hambre insaciable de conocimiento en el escritor mexicano, por lo que consideró que hay libros que marcan la vida de las personas.
Años después, esa sed de letras y palabras que se convirtió en la escritura de textos literarios, se mantuvo como una misión y visión de vida: formar lectores que más tarde sean alfabetas que transformen las realidades de México, pero sobre todo, que permitan combatir la pobreza y desigualdad.
“Estoy convencido que la formación de lectores es un trabajo que tiene resultados. La pobreza extrema es un enemigo de todo lo que significa bienestar, porque hay quien piensa: arreglamos primero la pobreza y luego la lectura, es al mismo tiempo, creo”, añadió el escritor de origen tapatío.
Para el ensayista mexicano, atender la formación de lectores en México es el primer paso para combatir las desigualdades “porque una población lectora está más consciente de sus derechos, del acceso a la justicia y de lo que merece y debe tener”, y es así como se construyen mejores sociedades.
Agregó que, si las escuelas desde la formación básica no capacitan al alumnado para escribir con claridad, éstas habrán fracasado, aunque consideró que, en estos fallidos procesos, no se trata de hallar culpables sino que todos los involucrados, es decir, escuelas y padres, encuentren la manera de remediarlo.
Felipe Garrido fue homenajeado en 2018 por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) como parte del ciclo “Protagonistas de la Literatura Mexicana” y recientemente, en Puebla participó en una conferencia del segundo diplomado de Memoria y Discursos Autobiográficos de LEM.
Ante los asistentes, el escritor mexicano sostuvo que, la recolección de vivencias y recuerdos es un primer paso para la escritura y de allí a la lectura, por lo que las historias de la vida de las personas, narradas desde sí, propician un círculo virtuoso de fomento de formación de lectores y alfabetas.
“Es poner a la gente a verse a sí misma, reconocer que son, somos, y estamos hechos de memorias, de nuestras vivencias. Y vale la pena reflexionar y repasar, reconstruir etapas y aprovecharlas, es una tarea que LEM ha emprendido”, agregó, al asegurar su respeto a este tipo de proyectos.
Además, destacó la importancia de las cruzadas de alfabetización y formación de lectores desde los grupos de campañas, las cuales, consideró que, son útiles, pero muy breves para poder determinar un cambio en el país, por lo que también se requiere de mucho trabajo por parte de las autoridades.
“Hay algunos movimientos mediadores, pero es extremadamente pequeña la cantidad de gente que pueden ayudar. Qué bueno que lo hacen, pero debería haber más gente que se dedicara a eso: a formar lectores e iríamos más de prisa, pero no podemos esperar que la solución venga desde ese lugar”, concluyó.
CHM