Dióxido de azufre, químico que se propagó en diferentes municipios de Nuevo León

El pasado lunes por la noche ciudadanos reportaron olores fuertes de algún tipo de gas en diferentes puntos de la ciudad.

Al parecer los olores a gas eran derivados al dióxido de azufre por parte de la Refinería de Pemex en Cadereyta, NL | Archivo
Monterrey, Nuevo León /

Ayer la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León dio a conocer un reporte en el cual apuntó, preliminarmente, como presunto responsable a la Refinería de Pemex, en Cadereyta, de haber emitido dióxido de azufre (SO2) combinado con el SO2 de otras fuentes el pasado lunes por la noche.

Este químico fue percibido por ciudadanos en al menos seis municipios del estado, aunque hasta el día de hoy no se registró algún riesgo para la salud, esta sustancia puede tener ciertos efectos negativos en la población por lo que te explicamos qué es el dióxido de azufre y sus efectos.

¿Qué es el dióxido de azufre?

Es un gas que se origina sobre todo durante la combustión de carburantes fósiles que contienen azufre (petróleo, combustibles sólidos), llevada a cabo sobre todo en los procesos industriales de alta temperatura y de generación eléctrica.

El principal emisor de SO2 es el sector industrial, con lo cual la distribución temporal de los niveles de SO2 suele venir determinada por los periodos en los que la industria emisora que afecta a la estación está en funcionamiento.

Efectos que tiene en la salud 

Este contaminante puede producir, incluso a grandes distancias del foco emisor, efectos adversos sobre la salud.

  • Irritación e inflamación del sistema respiratorio,
  • Afecciones e insuficiencias pulmonares,
  • Alteración del metabolismo de las proteínas,
  • Dolor de cabeza o ansiedad

En cuestión al ecosistema

  • Sobre la biodiversidad
  • Los suelos pueden presentar alguna alteración
  • Los ecosistemas acuáticos y forestales (puede ocasionar daños a la vegetación, degradación de la clorofila, reducción de la fotosíntesis y la consiguiente pérdida de especies)
  • Incluso sobre las edificaciones, a través de procesos de acidificación, pues una vez emitido, reacciona con el vapor de agua y con otros elementos presentes en la atmósfera, de modo que su oxidación en el aire da lugar a la formación de ácido sulfúrico.

Además, también actúa como precursor de la formación de sulfato amónico, lo que incrementa los niveles de PM10 y PM2,5, con graves consecuencias igualmente sobre la salud.


fzs

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