¿Qué es la lluvia ácida y cómo puede afectar?

Por naturaleza, el agua de lluvia es ligeramente ácida, pero sus efectos se han incrementado por la contaminación ambiental y genera un gran impacto en ecosistemas y nuestra salud.

Los compuestos de la lluvia ácida son tan corrosivos que incluso pueden desprender la pintura de los automóviles. (Juan Carlos Bautista)
Ciudad de México /

Muchos son amantes de los días lluviosos y ayer, el agua nos dio un ligero alivio debido a la contingencia ambiental extraordinaria por ozono y partículas PM 2.5 que fue declarada en el Valle de México por los recientes incendios, pero esta precipitación, llamada lluvia ácida tiene componentes corrosivos y dañinos para nuestra salud.

Por naturaleza, el agua de lluvia es ligeramente ácida en un grado que ayuda a disolver algunos minerales del suelo que son necesarios para los animales y las plantas, sin embargo, sus efectos se han incrementado peligrosamente en los últimos años debido a la contaminación ambiental, explica la Secretaría del Medio Ambiente.

Pese a la lluvia de ayer por la tarde la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) explicó que los niveles de contaminantes siguen altos y las condiciones climatológicas no permitieron su dispersión.

Las plantas de carbón generadoras de electricidad, las fábricas y los escapes de automóviles son los principales culpables de este fenómeno.

La lluvia ácida se origina cuando los contaminantes del aire se disuelven con la humedad del aire formando ácido sulfúrico, ácido nítrico y ácido clorhídrico, los cuales alteran la composición normal de las gotas de agua que forman las nubes y al precipitarse, originan la lluvia ácida.

La Sedema detalla que los compuestos de la lluvia ácida son tan corrosivos que incluso pueden desprender la pintura de los automóviles y disolver los materiales de las edificaciones, esculturas y monumentos.

El poder destructor de este fenómeno también termina corroyendo metales y estructuras de uso diario para el ser humano. El efecto tarda en percibirse, pero con el paso del tiempo los materiales pierden su aspecto original.

Los seres humanos sentimos los efectos de la lluvia ácida, pues nos provoca irritación en los ojos y la piel, así como problemas respiratorios. Cuando respiramos esos sulfatos, sus conductos aéreos se constriñen y el flujo de oxígeno a los pulmones disminuye.

​Pero eso sólo es una parte del problema. La acidez del agua afecta gravemente a los ecosistemas, sobretodo a la vida acuática, pues envenena a peces y plantas.

La Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México recomienda que para disminuir emisiones de gases y contaminantes que originan la lluvia ácida, ¿cómo? ahorrando energía y utilizando menos el carro y optar por el transporte público, caminar o trasladarse en bicicleta.

jos

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