En julio, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, anunció un aumento en la tarifa de transporte que, propiamente, se dio el 27 de ese mes.
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Desde ese día, el nuevo costo para viajar en el Tren Ligero y en el Metrobús es de 9.50 pesos.
Ante el mal servicio, en general, del transporte público, los reclamos de diversos sectores no se hicieron esperar.
A través de un video, dos días después, el mandatario estatal justificó esta medida. En primer lugar dijo que el aumento del precio del camión había sido aprobado en la administración anterior, la del priista Aristóteles Sandoval. Que era un acuerdo que ya estaba desde antes de que él entrara a gobernar. Además, el funcionario, junto con los representantes de las Cámaras Industriales y Sindicales de Jalisco, que el incremento era para mejorar la calidad del transporte que, señaló, de no hacerse, estaba en peligro de colapsar.
Poco a poco, las demás rutas fueron incorporándose al modelo Mi Transporte, el que, además, cuenta con sistema de alcancía, es decir, que el usuario deposita directamente los 9.50 en una máquina. En este, el chofer del automotor ya no tiene que cobrar.
Esta situación también causó resquemores, sobre todo entre los usuarios quienes aseguraban que, al final de cuentas, el tener que pagar 9.50 pesos se prestaba a que se redondeara a 10 pesos, lo cual implicaba que el aumento no era realmente a 9.50, sino a 10.
SRN