El señor Ramiro combinó ser taxista y tránsito de Guadalupe para sacar a su familia adelante

Ramiro Montalvo comenzó a trabajar a los 14 años como taxista y a sus 34 años llegó a la academia de tránsito.

Ramiro Montalvo actualmente es supervisor general de Tránsito de Guadalupe. Jorge López
Ángel Mercado
Monterrey, Nuevo León /

El sacar adelante a una familia con cinco hijos no fue fácil para el señor Ramiro Montalvo, quien tuvo que combinar las dos profesiones que le apasionaban: taxista y elemento de tránsito.

Todo inició desde su juventud, pues desde los 14 años comenzó a trabajar como taxista con el vehículo de su padre, el cual se dedicaba a ello, sin embargo, la manera en que llegó a la academia de tránsito a sus 34 años fue una casualidad, ya que solamente fue a acompañar a un amigo que quería iniciar su formación.

"Se nos bajó el trabajo a los taxis y uno de mis compañeros, de ahí del grupo que estábamos trabajando, me dijo apóyame para entrar y pues vine con él y lo acompañé, y al llegar a mi también me dan una solicitud y pues entré con el pie derecho porque ese mismo día inmediatamente me dijeron que ya me quedara en la academia y le echaba ganas y aquí estamos, ya 32 años", narró el supervisor general de tránsito.

Un sinfín de empleos temporales tuvo en su juventud, ya que lo suyo siempre fue ser taxista, aunque al llegar a la academia y formarse como cadete, descubrió su vocación y se esforzó desde el día uno para convertirse en el mejor y en lo que es hoy en día es: supervisor general de Tránsito de Guadalupe.

"Pues a base de disciplina y actitud de servicio, aquí he escalado muchos puestos, como la vial, de crucero, motociclista, patrullero, jefe de operativo, antialcohol, jefe de control vehicular, peritajes, jefe de grupo de zona y ahora ya supervisor general", explicó.

Aunque actualmente su puesto no le deja tanto tiempo libre como antes, siempre combinó el ser un oficial y ser taxista.

Al culminar su jornada de 8 horas, continuaba otras 4 o 5 realizando "carreras" con pasajeros, todo un sacrificio para dar una buena calidad de vida a su familia.

"Depende porque si había trabajo pues traía uno la mentalidad de trabajar para poder compensar el sueldo, tengo cinco hijos y ahorita ya soy viudo, pero ahorita ya todos son grandes gracias a Dios, todo lo que estuvo a mi alcance se los brindé y los apoyé en todo lo que se pudo", agregó.

A sus 66 años de edad, con 32 años al servicio de la ciudadanía, Ramiro Montalvo continúa laborando como taxista cuando llega a tener tiempo libre, sin embargo, su prioridad es aportar tener una mejor vialidad y disminuir el índice de accidentes automovilísticos que hay en su municipio.


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