Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco que participar en el proyecto denominado Ordenamiento hídrico colaborativo de la Cuenca de México y su entorno, del Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), realizarán este domingo un programa de actividades sobre la Ruta del agua-nodo Tula.
En la pérgola del jardín central de Tula de Allende los especialistas de este proyecto contemplan varias actividades como parte de la sexta parada rumbo a la creación de la Contraloría del agua de la Cuenca de México y su entorno.
Al mediodía de este domingo 17 de marzo comenzará el programa, con una ceremonia ancestral sobre el agua y la tierra, y después de ello se presentará la conferencia denominada Contralorías del agua y ordenamiento hídrico colaborativo en la Cuenca de México, Lerma y Pánuco.
A las 13:30 se realizará la Mesa de comunidades y organizaciones: conflicto socio-hidroecológico y sanitario en la región tolteca; a las 14:00 horas se realizará la presentación del Plan para retener aguas de lluvia en el Valle de México, mediante el ciclo natural del agua, exposición a cargo del doctor Oscar Monroy.
A las 15:00 horas se presentará la actividad Cartografía participativa, mapeo comunitario; y a las 16:00 horas, la presentación der Kiiote, nueva música Otolteca, con lo cual concluirían las actividades del programa.
Los organizadores desatacaron que en este evento se expondrán experiencias comunes en torno al despojo del agua, así como la destrucción y contaminación de sus fuentes, además de abrir un diálogo sobre los conflictos y las luchas locales por el agua.
E indicaron que las contralorías ciudadanas autónomas del agua son mecanismos comunitarios de defensa y señalaron que el modelo propuesto establece que el agua de lluvia se debe contener en el Valle de México para evitar caudales que representen un riesgo de inundación para la zona sur del Valle del Mezquital.
Con lo anterior se evitará además la destrucción del río Tula y su ecosistema, y resaltaron que el modelo sí contempla el envío de agua residual para uso agrícola, aunque bajo otros criterios de almacenaje y administración.