Recuerdan labor de Rogelio Padilla en graduación de MAMA AC

24 niños y jóvenes concluyeron sus estudios en educación preescolar, primaria y secundaria.

Fueron 24 los graduados en educación preescolar, primaria y secundaria. (Francisco Martínez)
Víctor Hugo Ornelas
Guadalajara /

Concluir un ciclo escolar a cualquier nivel, puede ser todo un logro para los alumnos y un motivo de orgullo para los padres, sin embargo, para los graduados de la asociación civil MAMA A.C., concluir los estudios adquiere un significado especial, pues estos pequeños logran en el ámbito académico lo que las probabilidades les decían que era improbable.

Las historias detrás de cada uno de los niños que conforman la comunidad de la asociación civil son diversas, pero comparten anhelos, alegrías, oportunidades y esperanzas que la asociación les ha ofrecido para cambiar el panorama.

Víctor Castillo, a los seis años de edad, tomado de la mano de su hermano de dos años, vio cómo su papá se alejaba tras abandonarlos frente a las puertas de MAMA A.C. 

Las personas que abrieron para recibirlos les ofrecieron una posibilidad que parecía alejarse más y más con cada paso que su progenitor daba lejos de ellos, fue así como los hermanos comenzaron una vida dentro de la institución. 

La tarde de este miércoles, 20 años después de aquel día, Víctor Castillo se paró frente a 24 pequeños que concluyeron sus estudios en preescolar, primaria y secundaria, los felicitó por finalizar un ciclo que él entiende perfectamente la trascendencia que puede significar para la vida de cada uno de ellos.

Les dio ánimos y buscó contagiarlos de su experiencia, hasta que llegó el momento en que recordó a Rogelio Padilla, “El Mairo”, fundador de esta asociación, una memoria que le arrancó las lágrimas y quebró la voz, así terminó su intervención el joven que una vez fue abandonado en la calle y ahora es licenciado en fisioterapia.

El testimonio de Víctor resume la labor que realiza este Movimiento de Apoyo a Menores Abandonados que en reconocimientos simbólicos, firmó la mañana de miércoles el avance de 24 pequeños que dieron un paso en su desarrollo académico que les permitirá tener las herramientas para afrontar los próximos retos que les ponga enfrente la vida.

Tras el fallecimiento del fundador de la asociación esta no ha detenido su labor, algo que no ha resultado sencillo, explicaron algunas “mairas” como les dicen. No obstante continuarán con el trabajo que comenzó hace tres décadas y que le ha permitido a cientos de niños sobreponerse a una de las circunstancias más adversas para un ser humano, el abandono de sus padres.

GPE

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