La labor de un cartero es aún considerada como un oficio tradicional en la que con el paso de los años se han ido reduciendo las plazas, toda vez que las nuevas generaciones han mostrado desinterés por adentrarse a este mundo.
En la experiencia de Erick González, cartero con 39 años de servicio, ya no se interesan por ser carteros, ya que en su mayoría comentan no le ven futuro al servicio postal; actualmente en Guanajuato se mantienen operando cerca de 300 carteros de Correos de México y ante la notable reducción de plazas con el paso de los años, pocos se mantienen operando o aguantan el ritmo de trabajo.
"Sí hay quien se interesa, pero hay otros que ya no le ven mucho futuro, la nueva tecnología nos está rebasando", comentó Erick González.
Sin embargo pese a el panorama que existe con la evolución digital los carteros no pierden la pasión por lo que hacen, pues como señaló Erick “un cartero nace, no se hace”, por lo que pocos pueden durar en la profesión y no seguir en la carrera de portero.
A un año de su retiro, Erik asegura que el convertirse en cartero fue gracias a que su padre también lo fue, quien tuvo 34 años de servicio e incluso llegaron a laborar juntos, por lo que para Erick, adaptarse a la vocación le fue sencillo; enfrentarse diariamente a una rutina de entrega, le ha servido para conocer a excelentes personas, sobre todo porque lo ubican y lo saludan o esperan con gusto, además ahora con la pandemia, la gente ha identificado y reconocido mayormente su trabajo.
Actualmente considera que en el correo está su familia, no la de sangre, sino la de trabajo pues todos los que conforman la plantilla tratan de trabajar en armonía para un mejor desempeño.
En cuanto a si algunos de sus hijos continuará con su legado o profesión, comentó que sus dos hijos decidieron tener profesiones diferentes, enfocadas a otro tipo de negocio, por lo que respeta enteramente su decisión.