Miles de regiomontanos agolpados aprovecharon la reapertura de los puentes internacionales para recibir las dosis pediátricas de Pfizer.
Rochelle Walensky, la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, informó el 2 de noviembre que las dosis de la vacuna Pfizer para niños entre 5 y 11 años de edad contra el coronavirus estaban disponibles, ciudadanos o no ciudadanos, en territorio estadunidense.
María, de 7 años, pidió que su mamá le tomara las manos, mientras que Patricio, su hermano de 9 años, sabía que iba a doler, pero sostuvo: “La aguja no duele nada, además te dan un sticker y snack”, relataron tras vacunarse en una farmacia en Edimburg, al sur de Texas. Sus padres de Monterrey aprovecharon la reapertura de la frontera con Estados Unidos para llevar a sus hijos a inocularse el pasado fin de semana.
Con la reapertura, padres de familia llevaron a sus hijos de entre 5 y 11 años a vacunar, ya que en Estados Unidos es posible desde el 8 de noviembre.
El colegio donde estudian los menores se inscribió en el programa de vacunación transfronteriza del gobierno estatal.
“No dudo que entre noviembre y diciembre, muchas familias aprovecharán para vacunar a sus hijos”, expresó Miguel Garza, director del colegio.
Josefina, madre de familia, salió el sábado muy temprano rumbo a McAllen con su esposo y sus dos hijos; "María y Patricio se aplicaron la vacuna pediátrica, y dentro de 20 días tendrán su segunda dosis”, señaló.
“Solo fue un piquetito. Nada más faltaba yo”, dijo María, mientras Patricio señaló: "Le tengo más miedo al covid que a la aguja".
Josefina contó que no tuvo problemas en el traslado: "La autopista tiene dos retenes y mucha presencia de la Guardia Nacional. Cuando llegamos a cruzar la frontera, los agentes sí pidieron certificados de vacunación a los adultos que viajaban al interior del automóvil".
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