Tener casi 87 años no le impide a don Antonio Moreno seguir trabajando. Todos los días sale a los mercaditos y los fines de semana al centro para vender los rehiletes que él mismo fabrica en su casa, en la colonia 2 de Mayo, en Guadalupe, Nuevo León.
Una simple botella de PET, un pedazo de alambre y algunas pequeñas piezas de metal dan lugar a rehiletes de colores que ofrece para fiestas y eventos.
“Hago estos juguetes desde 1990, casi hace 30 años, desde que me jubilé.
“Bueno, ya los hacía desde antes, pero como trabajaba, no me daba tiempo para hacer más, hasta que me separé del trabajo”, dijo en entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios.
Aunque hay días en los que el cansancio no lo deja ir más lejos de la sala de su casa, eso no le impide seguir trabajando, pues aprovecha para armar más rehiletes.
Don Antonio no está solo, pues aunque él fue el creador de la idea, hoy su esposa, Florencia Lugo, le ayuda a armar los rehiletes, los cuales los ofrece a precios módicos.
¿Cuánto tarda en realizar los rehiletes?
Don Antonio comenta que se tardó casi 10 minutos en hacer un rehilete, y de cada botella saca hasta siete piezas para la diversión de los y las pequeñas.
Comenzó esta actividad desde 1990, antes de que dejara su trabajo, y ahora se dedica de tiempo completo, en compañía de su esposa, Florencia Lugo.
Es una labor que requiere mucha paciencia, pero don Antonio la desarrolla con gusto, porque se entretiene y sabe que esto representa un ingreso para su hogar.
En ocasiones, el cansancio le impide moverse mucho, pero esto no es factor para que deje de realizar sus manualidades con todo el empeño.
Botes de plástico de productos de limpieza, alambres o piezas de metal sirven a la perfección para las artesanías de don Antonio Moreno y su esposa.
Este artesano acude a vender sus productos en mercados de las colonias Tres Caminos y 2 de Mayo, en Guadalupe, y en el Centro de Monterrey.