Aferrado a una piedra, en medio de la oscuridad y el frío, un hombre de 45 años logró sobrevivir en la pared de un precipicio hasta que llegaron rescatistas para salvarlo.
Juan José Rayos Medina pensó que iba a morir, y gritó y gritó con toda la fuerza que le dieron sus pulmones hasta que los vecinos de la colonia Ernesto Che Guevara lo escucharon.
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Juan dice que vive en la colonia Gloria Mendiola, pero fue a visitar a un primo que cumplía años. Al regresar se confundió y terminó en lo alto del cerro Topo Chico, y en la oscuridad no vio que se dirigía al precipicio.
Tuvo suerte porque al caer al vacío quedó atorado en una rama y eso le permitió poner pie en una saliente y agarrarse a unas piedras.
Juan gritó pidiendo ayuda hasta que vecinos que viven al pie de la vieja Pedrera lo escucharon y llamaron a Protección Civil de Nuevo León, cuyos rescatistas emprendieron el operativo tan pronto amanecido. Tuvieron que bajar a rapel para rescatarlo.
Durante más de 2 horas los elementos trabajaron para poner a salvo a Juan José Rayos, hasta que finalmente lo pusieron en terreno seguro. El hombre presentaba algunas lesiones, pero en general estaba bien.
Los vecinos de la colonia dicen que es común que haya gente perdida en lo alto de la pedrera, pues algunos suben a ver una imagen de una virgen y otros a drogarse, y luego no pueden bajar.
Por esta ocasión la historia tuvo un final feliz y Juan ya está a salvo.