La Reserva de la Biosfera Tehuacán- Cuicatlán, es una de las áreas naturales protegidas más emblemáticas de México, por la biodiversidad que guarda en las 490 mil 186 hectáreas que están distribuidas en 21 municipios del estado de Puebla y 30 del territorio oaxaqueño, donde los habitantes de estos lugares se han convertido en guardianes permanentes para preservar esa riqueza que les rodea.
Fernando Reyes Flores, director de la Reserva de la biosfera, dijo que esta área además de tener la mayor biodiversidad en el continente americano, cuenta con ecosistemas y especies que son únicas, reúne al 70% de las familias de flora a nivel mundial y más de tres mil especies de plantas vasculares de estas el 10% son propias de esta zona.
Cuenta con una variedad en el tipo de suelo y la vegetación que se distribuye en cada uno de los municipios donde se observan diferencias importantes apenas separadas entre un cerro y otro o en las planicies , donde hay matorral xerófilo, bosque tropical caducifolio, bosque espinoso, tropical, de coníferas, de pinos-encinos, pastizales, entre otros.
La zona es un libro abierto a la investigación, eso ha permitido que constantemente se realicen trabajos de que han documentado la presencia de 24 especies de chinches, una diversidad de hormigas, escorpiones, arañas, 37 variedades de murciélagos, 83 familias de reptiles entre las que se encuentran la culebra perico, gargantilla, coralillo del balsas, nauyaca o víbora de cuernitos mexicana, boa mazacuata, entre otras.
Hay aves que a diario surcan el cielo de esa zona, donde se desplazan en busca de alimento o bien para hacer sus nidos y pernoctar, así lo hace la guacamaya verde, que anida en lo más alto de las paredes de desfiladeros que hay, hasta donde la fuerza de sus alas las llevan para ponerlas lo más lejano posible de sus depredadores a quienes en la mayoría de veces buscan evadir como las serpientes que son quienes más las persiguen para comerse los huevos o aves recién nacidas.
También vive ahí el búho colicorto o tecolote enano, el pato canela o colorado, la codorniz cotuí, paloma ala blanca, entre otras aves que tienen su hábitat, que comparten con 132 especies de mamíferos, donde están cinco de los seis felinos que hay en el país, se tiene al jaguar, tigrillo, yaguarundí, puma, lince, solo falta documentar el ocelote.
En el monitoreo de especies donde también participan habitantes de las comunidades que están asentadas dentro de esta área natural protegida, les permitió conocer que había el águila real, por eso se hace prioritario tener y tejer programas de conservación para preservar la zona donde hay gente comprometida en el cuidado, la preservación y la proyección a través del trabajo.
Aunado a lo anterior, tiene una vasta zona de fósiles petrificados en las juntas auxiliares de San Juan Raya y Santa Ana Teloxtoc, esta última perteneciente a Tehuacán.
También esta la presa del Purrón, una de las construcciones hidráulicas más antiguas de México y de la cual aún quedan vestigios en la junta auxiliar de San José Tilapa, perteneciente al municipio de Coxcatlan.
Por todo lo anterior, el 2 de julio del 2018 la LII sesión del Comité del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO esta zona fue reconocida como Patrimonio Mixto Natural y Cultural de la Humanidad.
Todo estos espacios de conocimiento y convivencia que se tienen en esa área, han estado cerrados a la gente por poco más de un año, sin embargo, el trabajo de investigación y conservación, no se han detenido, porque una vez que pase la alerta sanitaria, los espacios serán nuevamente recorridos y observados con esa cercanía que la gente busca.
AFM