El parque Walt Disney de la colonia Olímpica guardará el recuerdo de Francisco Álvarez Quezada, un adolescente y prometedor estudiante de preparatoria, cuya vida fue arrebatada hace un año por robarle un celular.
Un frondoso ficus fue testigo del homenaje a Panchito, como le llamaban de cariño. Familiares, compañeros de escuela y vecinos, acudieron a la convocatoria de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) para develar una placa con sunombre inscrito al pie de otro árbol y recordar su legado, ya destacado a su corta edad tenía solo 17 años, y como recordatorio también de la exigencia de justicia: Y es que a un año el crimen sigue impune.
No hay avances en las investigaciones ni se ha cumplido con reparación del daño, admitió Alfonso Hernández Barrón, presidente de la CEDHJ. Antes, el ombudsman dirigió un mensaje solidario a los padres de Panchito, a sus hermanos y a sus abuelas presentes en el pequeño parque ubicado a unos metros de donde el joven perdió la vida la tarde del 29 de Agosto de 2017 cuando regresaba de tomar clases de inglés en el CUCEI.
“Acudimos con un profundo dolor a un año de esta tragedia, es inevitable que se conmueva nuestro corazón, nuestro espíritu. Es inevitable recordar y volver a vivir esta parte de tristeza por la muerte de un ser humano, de un joven, de un estudiante. Acudimos también con indignación… con la desesperación de que todavía no hacemos lo suficiente para frenar las múltiples violencias que nos han afectado la vida de todos y de todas”, sostuvo Hernández.
El ombudsman dijo que las autoridades deben esforzarse más por garantizar la seguridad social “que permita construir proyectos de vida digna en paz”.
Por su parte, el presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Jesús Medina Varela, aseguró que no se cansarán de pedir justicia. Recordó que los jóvenes no se cruzaron de brazos, ni dejaron que la muerte de Panchito fuera una más, sino que se propusieron dar rostro a toda la ola de violencia que afecta en especial a los jóvenes.
“A partir de la muerte de Panchito la historia cambió, porque tomamos acción. Los jóvenes y los estudiantes no nos quedamos sentados… Salimos a las calles, salimos a decirle al gobierno que era mentira que la violencia solo se estaba llevando a los que tenían algo que ver con la situación del crimen”, apuntó Medina.
“No nos vamos a cansar de exigir paz y justicia”, dijo a Panchito “nosotros jamás lo vamos a olvidar”.
A nombre de sus compañeros habló Marisol Segura Ortiz, quien afirmó que no bastan las palabras que les hayan dicho, ni antes ni ahora, ante la pérdida de su amigo. “Esta es una tragedia que a todos nos afectó, en mayor o menor medida”, dijo, y que les obligó a darse cuenta de los riesgos de vivir hoy en Guadalajara, donde un joven puede despedirse de su madre por la mañana y ya no regresar.
“Ya no lo tenemos a él, pero tenemos lo más valioso, lo que nadie nos puede quitar, su legado, sus sonrisas, sus palabras, sus textos, todas aquellas sensaciones y emociones que nos trasmite al leer un fragmento o al volver a escuchar una nota de voz o venir aquí y ver cuántas personas estamos unidas en esto”, aseguró Marisol. Frases que Panchito escribió fueron reproducidas en una banca del parque.
Fue una ceremonia emotiva, en la que se elevaron las notas de Imagine, el himno de Lennon, y al final de la cual se plantó un árbol sicomoro, símbolo de su legado.
Los hechos
La tarde del 29 de Agosto de 2017, Panchito regresaba junto a un amigo a su domicilio, tras haber acudido a recibir clases de inglés en el Proulex ubicado en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la UdeG. En la calle Río Madeira, de la colonia Olímpica, fue asaltado y agredido con un arma punzocortante para despojarlo de su teléfono celular. Perdió la vida a los pocos minutos.
Francisco era el menor de cuatro hermanos, destacado estudiante quien había recibido una beca del gobierno de EU y tenía varios proyectos que ya no pudo realizar.
Recomendación
Por la muerte de Panchito la CEDHJ emitió la recomendación 22/18 dirigida al gobierno de Jalisco y al Ayuntamiento de Guadalajara, ña cual aún no se cumple, admitió el ombudsman Alfonso Hernández en entrevista con medios de comunicación.
“Las autoridades le siguen quedando a deber a nuestra ciudad y a nuestro estado, a nuestra gente. Deben trabajar más. Deben coordinarse más, deben pasar del discurso demagógico y asignar los recursos que se requieren… A un año desde luego que tenemos un profundo dolor, pero también tenemos esta indignación que nos hace elevar la voz”.
La CEDHJ pidió al fiscal general dar celeridad a la integración de la carpeta de investigación 88163/2017, pero a un año, no hay detenidos por la muerte de Panchito. No se ha cumplido las medidas de reparación del daño de forma integral (la Comisión Estatal de Víctimas ya tiene el caso) y por supuesto, no ha cumplido la recomendación general en materia de seguridad ciudadana: las garantías de no repetición.
La autoridad “ha sido ineficaz”, recalcó.
El memorial en un espacio público forma parte de la reparación del daño que solicitó la CEDHJ a las autoridades de Guadalajara dentro de la Recomendación 22/18, relacionada con el caso, cuya participación fue más escasa, pues no acudió el presidente municipal, ni la Comisaría de Seguridad y toda la logística del evento corrió a cargo de la Comisión de Derechos Humanos.
El ombudsman explicó que el homenaje debe servir para hacer frente “a las lógicas del olvido que nos llevan a percibir como normal la violencia, que nos acostumbran a la muerte, a la desaparición de personas, a los robos” y anunció que el Panchito es el primero de otros homenajes a víctimas.
SRN