Miembros de la Gran Asamblea de Damnificados denunciaron que los bordos y el revestimiento que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) plantea en su proyecto hídrico para el río Tula no garantizan que no haya inundaciones o afectaciones.
Hasta el momento hay pocos avances en las tareas de limpieza que realiza la empresa a la que se le asignó la obra contemplada en la fase inicial de este plan presentado en la primera quincena de febrero de este año, durante un acto cerrado.
Cuestionaron a la dependencia federal por señalar que tenía como prioridad desazolvar el río Tula para mejorar su capacidad de transporte y a un mes de iniciados estos trabajos los avances son menores e incluso en el lecho aún hay vehículos de grandes dimensiones que fueron arrastrados por la fuerza del agua.
Acusaron la dependencia se está centrando en ampliar el río para transportar una mayor cantidad de agua, ganándole espacio a la zona urbana, aún cuando ello representa que se enviará más agua residual sin tratar de la Ciudad de México y su zona metropolitana.
Conagua, dijeron, apuesta a revestir el río Tula, algo que no sería eficaz pues durante 2017 se aplicó cemento y bordo en algunas zonas de la colonia 16 de Enero, La Malinche y La Mora, y a pesar de ello en septiembre de 2021 hubo importantes afectaciones en las calles 3 culturas y Xochiquetzal, pues el agua se desbordó a pesar de los bordos construidos en aquel primer intento por revestir el río Tula ante un eventual aumento del envío de agua pues todavía no entraba en operación el Túnel Emisor Oriente (TEO).
Dicha agrupación ha solicitado a los pobladores que se mantengan al pendiente de los trabajos para garantizar que se realizan de manera adecuada; esto pues acusan que Conagua ha actuado de manera poco transparente pues el proyecto no se ha dado a conocer de manera completa, además de que las propuestas ciudadanas no las han tomado en cuenta.
Cabe recordar que aún están pendientes los trabajos en el puente Metlac, pues Conagua pretendía ejecutarlos de manera paralela a los del puente Zaragoza, pero ciudadanos, comerciantes y organizaciones le pidieron reconsiderar esa medida pues implicaría el cierre de dos de los tres principales accesos al centro del municipio, y con ello la respectiva afectación para los comercios, mismos que tras el desbordamiento del río resultaron afectados de manera grave.
La Comisión Nacional del Agua fingió escuchar a la población en torno al río Tula pero con la aplicación de su proyecto, que es el mismo de 2017, demuestra que no hay voluntad política de parte del gobierno de México para atender las propuestas ciudadanas y aplicar obras que realmente sirvan y no afecten a Tula.
Así lo señaló Angélica Arellano, secretaria de la Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir, quien expresó que la lucha de dicha agrupación no es reciente, no parte del desbordamiento del río Tula, sino de cuatro años atrás, en 2017, cuando Conagua llegó al río para destruirlo.