El revestimiento que pretendió realizar la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hace cuatro años con las obras para el río Tula no es una solución para evitar inundaciones, y por el contrario puede agravarlas, señalaron miembros de la red de Conciencia ambiental Queremos vivir.
A cuatro años de la primer protesta realizada por este colectivo debido a la tala de mil 500 árboles que se hizo como parte del proyecto federal que pretendía ejecutarse para ampliar la capacidad de transporte del río, los ambientalistas indicaron que todavía no hay un proyecto viable de parte de las autoridades del gobierno mexicano.
Negaron que como ambientalistas sean responsables de la inundación y señalaron que exigieron un alto al ecocidio que se estaba cometiendo con la tala de árboles a la orilla del río, para un proyecto que se realizaba sin tomar en cuenta aspectos ambientales, técnicos, legales y sociales, y llevado a cabo además con opacidad, por lo que finalmente fue desechado.
Saúl Basurto Guerrero, presidente de la red, dijo que no se pueden permitir violaciones a los derechos humanos, entre ellos el de vivir en un entorno limpio, por lo que la zona levanta la voz para rechazar estos atropellos.
Y dijo que la reciente inundación de Tula “no fue causada por un fenómeno natural, fue causada por las políticas de manejo de actividades administrativas irregulares que llevó a cabo la Conagua; es momento de levantar la voz, de que entendamos que ya no debemos vivir en este ambiente tan contaminado”.
Expuso que muchas personas se han unido para dar sus opiniones y apoyo técnico para “realizar investigaciones y demandar al gobierno de México para que resuelva este grave problema que tenemos”.
Incluso, agregó, “hemos hecho una investigación a través de especialistas sobre el por qué no se debe revestir el río Tula con concreto, y una de las más importantes se basa en que en 2017 dejaron algunos bordos, y esos, con el caudal que nos mandaron el 6 de septiembre fueron rebasados, quiere decir que ese proyecto no fue debidamente planeado y aunque lo hubieran revestido hubiéramos sufrido de inundaciones”.
Consideró que no debe permitirse que el río Tula se convierta en un canal de aguas negras, además de que por razones hidráulicas no se debe revestir el río, pues cuando el fondo del río se hace liso la velocidad de transporte del agua es mayor y se daña al ecosistema que se genera en la zona ribereña.
Basurto Guerrero añadió qué si se manda mayor volumen a la presa Endhó, habrá inundaciones en las poblaciones que están después de ella, pues es una presa altamente ensolvada, que por ende ya no retiene gran cantidad de agua.
Externó que desde hace cuatro años se mantienen en lucha por causas ambientales, para defender los árboles, pulmones de la zona, así como al río, para evitar que se convierta en un simple canal.