Ante el aumento en el número de robos a cuentahabientes que retiran fuertes cantidades de efectivo de las distintas instituciones bancarias, la diputada del PRI, Mariana Fernández Ramírez, propuso durante una rueda de prensa, establecer medidas que frenen el alto número de robos de este tipo, fortalecer la seguridad para los usuarios de servicios financieros y aplicar sanciones severas al personal de la sucursal bancaria, instituciones financieras y casas de cambio o empeño que ofrezca información a los delincuentes.
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“Cuando tienes sueños por cumplir, el cansancio no existe”, recordó Mariana Fernández al citar la publicación en redes sociales del joven atleta Martín Alejandro Loera Trujillo, nueve veces campeón nacional en pruebas de velocidad, unos días antes de ser asesinado por quienes le asaltaron al salir de un banco en Ciudad Juárez y robaron 50 mil pesos de su beca estudiantil.
La diputada priista plantea reformar el artículo 236 y 236 Bis del Código Penal de Jalisco para considerar como delito calificado de robo cuando alguna persona cuya función esté relacionada con la recepción, manejo y distribución de dinero proporcionen información de retiros en efectivo en instituciones financieras, los que posteriormente le son despojados al cuentahabiente; además, propone agravar la pena impuesta por esta infracción.
Asimismo, propone que ante la sospecha de que personal de la institución bancaria que atiende en ventanilla esté participando en la comisión de este tipo de robo al señalar a cuentahabientes que retiran fuertes cantidades de dinero, se le sancione con cinco a diez años de prisión y una multa por el importe de mil 303 pesos a 5 mil 212 pesos cuando el valor de lo robado no exceda los 32 mil 145 pesos; si lo robado supera esta cantidad pero no pasa de 86 mil 880 pesos, la sanción será de 6 a 12 años de prisión y una multa de mil 737 a 6 mil 950 pesos. Cuando el valor de lo robado sobrepase la cantidad de 86 mil 880 pesos, se impondrá una penalidad de ocho años seis meses a 15 años de prisión y una multa por el monto de 2 mil 606 a 8 mil 688 pesos.
“La complicidad de los cajeros en los robos a cuentahabientes es grave; traicionan la confianza de su patrón, la información que manejan es privilegiada y delicada, a tal grado que afecta considerablemente el patrimonio de los usuarios que realizan retiros en efectivo. No sólo se atentan contra el patrimonio de los usuarios, del banco y contra el orden público e interés social, sino que deteriora la credibilidad de las instituciones financieras”, destacó.
MC