Los penachos, vestimentas de peregrinos, botines con suelas de metal y tambores de los danzantes no acompañarán a la Virgen de Zapopan en la Romería del próximo 12 de octubre, aseguran sentirse triste ante el anuncio del presidente municipal de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, de restringir la participación de fieles y danzantes durante el recorrido de la generala de la catedral de Guadalajara a la Basílica de Zapopan.
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“Este año nos duele en el alma, si ves sus caritas todos están, tristes y ojalá que se den cuenta que el danzante no danza solo por gusto, es una ofrenda, es un dar gracias porque te despertaste cada día de tu vida”, detalló Maribel Sandoval, danzante de la Romería.
Este año debido a la pandemia de coronavirus, los fieles podrán seguir la Romería desde casa, a través de redes sociales y medios de comunicación, pero los danzantes no se resignan a no poder acompañar a la virgen zapopana.
Don Goyo ha danzado en la Romería desde hace 50 años, incluso hace 18 años fundó el grupo Danza del Divino Rostro, conformado actualmente por 70 personas fieles a la Generala. Este año será la primera vez que no acompañen a la Virgencita.
“Danzar en la Romería es una danzada esperada, yo te hablo como danzante de corazón porque ahí ofrece uno su danza a cambio de todo lo que se nos dio en todo el año”, explicó.
Tania, una de las integrantes, tiene 20 años y la mitad de su vida ha bailado en la Romería. Tenía la esperanza de que su pequeña hija también fuera partícipe.
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Para Maritza la tristeza de no acompañar a la Virgen en su recorrido culmina en lágrimas. Tenía la ilusión de agradecer a la Generala, a través de la danza, el milagro de que su hijo Alexis de cuatro años camine.
“Gracias a sus milagros, gracias a ella mi hijo este año ya camina. Me gustaría agradecerle yendo a bailarle porque es algo que yo prometí, danzarle hasta que mi hijo no caminara y aquí está, gracias a Dios este año mi hijo ya camina”.
La Romería es una de las tradiciones religiosas más importantes de la religión católica. Se celebra desde 1734 y cada año logra congregar hasta dos millones de feligreses.
MC