Las Famosas de Humboldt: el origen, la lucha, el colectivo

Especial LGBTTTI

Tras dos intentos de asesinato por parte de su padre y la convicción de que su cuerpo y espíritu no coincidían, Rudy escapó. Ésta es su historia.

Cuando cerraba los ojos, en el viaje a su interior le pertenecían el matrimonio, vestir de blanco y el amor. | Sergio Sánchez-Hidalgo
Fue presa de la delincuencia organizada quien la obligó a prostituirse. | Sergio Sánchez-Hidalgo
Toluca /

Para Rudy su sueño fue trascender; desde pequeña se enfocó en alcanzar sus metas, pero la lucha ideológica inició desde muy temprano; su infancia fue marcada por lo que la sociedad le dictaba, lo que le enseñaron en casa (decir siempre la verdad) y por el sentimiento que afloraba de su cuerpo al que no pertenecía, el mismo que colisionaba con su mente mientras crecía y del que se alejaba día a día hasta que trasmutó.

A los cinco años ya sabía de su homosexualidad y frente al espejo, su imagen no concordaba con el reflejo de su ser; era un choque emocional, químico y espiritual. Cuando cerraba los ojos, en el viaje a su interior le pertenecían las fantasías, las muñecas, la admiración, el estatus, el matrimonio, vestir de blanco y el amor, todo se fusionaba mientras dibujaba en el rostro una sonrisa; pero su voz cambiante, gruesa casi barítona a sus 12 años le provocó un grito de guerra. Fue el primer paso para vencer al caparazón y huir de casa tras dos intentos de asesinato por parte de su padre quien se negaba aceptar sus preferencias sexuales.


Con el tiempo se convencía de la andanza de sus pasos, del largo camino que debía recorrer y se aferró a la persona a la que algún día se convertiría, a la mejor versión de sí. Nació y creció en Veracruz y a los 13 años ya vivía en la calle; fue presa de la delincuencia organizada quien la obligó a prostituirse, pero fueron sus captores quienes le suministraron las primeras hormonas para transformarse. El viaje hacia la feminidad inició a los 16 años.

Tres años de explotación sexual cambiaron su perspectiva, a los 19 logró huir con un grupo de amigas trans y tomaron un tren del puerto de Veracruz a Ciudad de México donde continuó con la misma actividad, pero ahora para ella. En 1996 llega a Toluca y renta un cuarto al interior de un domicilio en la esquina de León Guzmán y Humboldt. Fue la primer mujer transexual en Toluca en ganar dinero con la prostitución.

Ya con sus recursos continuó con su tratamiento hormonal, largo y costoso, y de cual gastó aproximadamente 150 mil pesos, pero veía en su piel el lienzo perfecto para su obra maestra. A estas alturas el atisbo del destino se asomaba en las ventanas de su hogar inundado de pobreza -todo lo ahorraba para su prólogo Kafkiano- pero poco a poco daba cinceladas al arquetipo corporal mientras su alma y espíritu se templaban.


Al finalizar, el Kybalión venció: lo que es adentro es afuera. Su cuerpo atravesó la metamorfosis y por fin se sentía mujer, contenta, aceptada, plena; sin embargo también se expuso al apéndice de la discriminación, al blanco perfecto de la ira e ignorancia. Sí, sabía confrontar estereotipos, pero en ese año se encontraba en el punto más álgido de los señalamientos sociales, del odio, de la destrucción y de los asesinatos.

Desde que salió del clóset estaba acostumbrada a las golpizas pues en el seno de su familia le atiborraban las primeras zurras, lo que la llevó abandonar el nido, pero en las calles los golpes no eran "correctivos", allí estaban llenos de saña.

La falta de oportunidad laboral la orilló de nuevo a la prostitución y conoció la hermandad en una de las esquinas más icónicas de Toluca; lo que un principio lo hizo para ganarse de vida después se convirtió en un clan, fundó Las Famosas de Humboldt. De ahí en adelante protegerse no dependía solo de ella, por fin es arropada y comprendida.


La historia

Hasta en el oficio más antiguo del mundo hay niveles. En municipios del Valle de Toluca se tolera la prostitución de mujeres en la calle y en los giros rojos, sin embargo, para las personas transexual esto estaba sumamente prohibido, hasta hace unos años.

Según nos revela Rudy, el origen de Las Famosas de Humboldt data desde la década de los noventas. Su domicilio fue el escenario para ejercer pues le brindaba la secrecía perfecta.

Pero una por una se fueron instalando en esa calle pues decía, la demanda iba en aumento. Incluso menciona que la policía solo levantaba a las mujeres trans para violarlas y abandonarlas en baldíos de Santa Ana Tlapaltitlán.


De inmediato, la sociedad horrorizada observaba el ejercicio nocturno de esta práctica y exigía mayor vigilancia a la autoridad. Los dueños de la casa colocaron una manta de advertencia. "Quien se encuentre al interior de este inmueble ejerciendo la prostitución será remitido ante las autoridades", se leía. Estos factores provocaron que el ayuntamiento patrullara la zona a fin de evitar la presencia de las trans; irónicamente se hicieron más famosas.

"Muchos nos repudian pero la verdad es que de allí sobrevivimos, no te imaginas cuántos hombres de todos los estatus sociales saben de nuestro género y aun así ofrecen su dinero. De día nos criticaban y de noche nos deseaban", asegura.


El odio 

De acuerdo con el Laboratorio Nacional de Crímenes de Odio Contra Personas LGBT, el Estado de México es la segunda entidad donde se registra el mayor número de asesinatos por homofobia. En ocho años, tienen registro de 21 crímenes en contra de la comunidad transexual, hoy la Legislatura mexiquense agravó las penalidades contra quienes cometan homicidio o lesiones por una manifestación de odio se inhiban esas conductas motivadas por intolerancia, racismo o discriminación.

La propuesta original sufrió algunos cambios al incluir que podrían cometerse crímenes de odio por su condición social o económica, orientación sexual o identidad de género, pero también por religión.

Datos de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA, por sus siglas en inglés), señalan que un tercio de los países miembros de las Naciones Unidas criminalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo con legislaciones que, como en los casos de Irán, Arabia Saudí, Yemen o Sudán, llegan a aplicar incluso la pena de muerte. Asimismo, esta práctica es ilegal en 79 países, y 41 naciones lo sancionan con cadena perpetua.


La lucha

Las Famosas de Humboldt se convirtieron en colectivo, poco a poco la sociedad toluqueña las tolera, el ejercicio de su actividad es identificada y aceptada. A Rudy no le gusta que la llamen mamá, prefiere ser la tía de las activistas que se iniciaron alzando la voz en contra de golpizas, asesinatos y violaciones y le dieron una cara a la lucha por la defensa de la comunidad gay en la capital mexiquense. Hoy su triunfo se refleja en las reformas al Código Civil para que puedan cambiar de nombre en las actas de nacimiento y reconocer su género.


Para ella esto no es opción, así le llamaron sus padres cuando era niño y ahora el colectivo la aclama por ser niña trans, “mi nombre es y siempre será Rudy”. Asegura que la semilla que dejó en esta tierra no es de carne y hueso, sino de ideologías y sacrificio. “Y todo inició al mirarme en el espejo”.

KVS

  • Fabián Rodríguez

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