Sacerdotes regios combaten al diablo con exorcismos

Ernesto María Caro y Jacobo Salinas Estevané son dos exorcistas de la Arquidiócesis de Monterrey en el estado que han luchado contra más de 100 demonios que se han apoderado de los cuerpos de hombres y mujeres

El padre Ernesto María Caro subrayó que durante los exorcismos no es posible que los demonios se apoderen de un sacerdote, que eso solo pasa en las pe
Kevin Recio
Juárez y San Pedro Garza García /

Protegidos por más de 15 santos, principalmente San Miguel Arcángel, y sus cruces de madera para frenar al diablo, Ernesto María Caro y Jacobo Salinas Estevané, son dos exorcistas de la Arquidiócesis de Monterrey en el estado que han luchado contra más de 100 demonios apoderados de los cuerpos de hombres y mujeres.

Entrevistados por separado desde los templos católicos donde atienden, la plataforma MILENIO-Multimedios conversó con Ernesto María Caro, ordenado como sacerdote el 5 de agosto de 1991, quien le pidió a su asistente virtual Alexa que encendiera un escritorio blanco y comenzó a narrar su experiencia combatiendo a Satanás desde el verano del 91.

“Muchas veces el exorcismo tiene que ver con medidas esotéricas, yendo a visitar magos o brujos... hay una psicosis de que el demonio anda suelto y la verdad siempre ha estado. No hay una acción diferente, hoy la gente va menos a misa y han proliferado muchos cultos como el de la Santa Muerte que no tiene nada de Santa, sino de muerte y ahí se esconde el demonio.
“Este año (2022) no se han reportado exorcismos. Hace años tuve un caso. Yo lo vi, hicimos un exorcismo y comprobamos que efectivamente sí había, no una posesión completa, pero sí una acción extraordinaria del demonio con una persona.
“Siempre me habla muchísima gente de Centroamérica y Sudamérica y en sus Diócesis no saben, además no todas tienen exorcista y esto les crea un grave problema, pues no les podemos atender, porque tiene que ser presencial, no por Zoom o teléfono, tiene que haber un encuentro, por eso me buscan”, refirió.

El exorcista María Caro indicó que en los últimos 20 años ha atendido 100 casos de demonios que se meten en la vida de los niños, jóvenes y adultos, pues dice que el diablo no respeta género o edades. 

“El diablo, por ser un ser espiritual, pues es un demonio y entonces estamos tratando con un ser que no conocemos, más que por escritura o lo que vamos aprendiendo durante los exorcismos. Entonces no sabemos cuánto tiempo pueda tardar, pueden ser de un día, mes o año. Cuando Dios da un permiso para que una persona sea molestada, detrás hay un plan de evangelización y no sabemos ese plan, simplemente actuamos”, señaló.

Desde la parroquia de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, en San Pedro Garza García, María Caro subrayó que durante los exorcismos no es posible que los demonios se apoderen de un sacerdote... a menos de que Dios lo quiera.

“No le pasa a los exorcistas, eso pasa en Hollywood, son puras mentiras, ningún exorcista es poseído por el demonio. Ciertamente un exorcista que no tiene el nombramiento y se pone a hacerlos, o una persona sin conocimiento se pone a tratar con el demonio, pues puede ser lastimado, no puede poseerlo, porque se necesita permiso especial de Dios. Ahora, quizá Dios quisiera purificar al exorcista por su nivel de santidad, no se conoce o al menos en todo lo que yo conozco, nunca ha ocurrido”, apuntó.

Jacobo Salinas Estevané, exorcista de la parroquia católica San Miguel Arcángel, en el municipio de Juárez, afirma que ha encabezado casos principalmente de jóvenes desde la Noche Buena del año 2013.

El párroco cuenta que para realizar las ceremonias solicita autorización a Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, pues esto no es un tema público del que hablen con total libertad.

“Como caso peculiar, era 24 de diciembre del 2013 cuando tuve esta primera experiencia de dirigir y encabezar una liturgia de exorcismo, anteriormente había acompañado a otros hermanos sacerdotes en Veracruz.
“A mí me ha tocado sobre todo jóvenes y adultos, pero sé de gente que llegó a trabajar con pequeños, sé por otros sacerdotes que han trabajado con niños, a mí no me ha tocado.
“En los casos de liberación, me llega un número de personas todos los sábados para platicarme de estas situaciones y una de las preguntas que hago es si han usado drogas y si sí, ya canalizo el problema que ellos traen, pues es de otro tipo”, explicó el clérigo.

Dentro de su experiencia como exorcista, el sacerdote dice que hay personas que acuden con médicos o psiquiatras, pero al no tener solución sólida recurren a la Iglesia, la cual determina si el cuerpo de la persona esta poseído por los demonios que dejaron de ser ángeles.

“La lucha contra las fuerzas del mal se mantendrá hasta que Cristo regrese. Satanás tiene muchas maneras de actuar, tentación que todos podemos padecer, la forma más dramática con la cual pudiera manifestarse es lo que se llama posesión diabólica”, refirió.

Sosteniendo su cruz, el exorcista dice que hay una serie de fenomenologías como lo es la obsesión diabólica, devastación, perturbaciones diabólicas y hasta hablar de la mismísima posesión.

“Si yo te hablara de estadísticas, estaría revelando un dato que es único y particular de la iglesia, lo que te puedo decir con certeza es que no es cierto lo que algunos dicen de que estas situaciones tan terribles y tan tristes solamente ocurren una vez al siglo, eso no es cierto, hay casos verdaderos hoy en día donde el demonio ha maniatado la vida de muchas personas hasta el grado de la posesión”, afirmó.

¿Hay casos en Nuevo León?, se le preguntó.

“Cómo en todo el mundo, en México…”.

¿Lo entendemos, pero, en Nuevo León recientemente?, se le insistió.

“Sí, sí”, responde murmurando el sacerdote.

“Al realizar la ceremonia de exorcismo es reivindicar a personas que han sido ninguneadas, despreciadas y que sufren mucho en su familia, sociedad o lugares de trabajo, por estas crisis que prácticamente todo el tiempo las padecen. Es muy importante la claridad, no podemos decir que sean personas que estén todo el tiempo perturbadas”, detalló.

El párroco insistió que hay casos que tienen que ver con realidades de tipo mental y emocional que con caridad y misericordia debe atenderlos.

Salinas Estevané señaló que para el exorcismo no hay tiempo, pues lo más sencillo que ha tratado son tres sesiones y hay otros que tiene años atendiendo.

“Tengo un par de casos que todavía están en proceso y eso se le llama deliberación, porque son verdaderas posesiones y seguimos orientando, ¿hasta cuándo? pues solo Dios sabe. El gran error y sobre todo cuando no se es creyente, es pensar que forzosamente Dios va a hacer que se rompa todo aquello”, cuestionó.

De acuerdo con el sacerdote, el demonio maneja y confunde a las nuevas generaciones, lo que calificó como peor que una posesión, porque con sus tentaciones el demonio puede hacer que alguien o que un alma se aleje de Dios.

“Una posesión no te condena, maltrata el cuerpo de la persona y no el alma, porque el alma le pertenece a Dios. El diablo y su ejército, los demonios, son seres espirituales de naturaleza que se revelaron por rechazo a Dios y no tienen manera de regresar, porque son inteligencias superiores (…) ya no tienen reversa a diferencia de los otros”, indicó.

En 1999, según reportan medios italianos, la Iglesia católica realizó la primera actualización mayor de las reglas sobre el exorcismo desde 1614.

También subrayó que las películas no reflejan la complejidad de los exorcismos.

Por último, el sacerdote Jacobo Salinas Estevané alzó la voz para dejar en claro sus conclusiones y subraya que el demonio tiene tres estrategias para acercarse a la gente:

1. El diablo se porta como perrito faldero con las personas.

2. No le gusta ser descubierto, provoca pleitos, y muchas veces nos encontramos con personas que no pueden y es una batalla contra Satanás, pero cuando se logra decir el demonio, éste se pone en fuga.

3. Se comporta como el general de un ejército de espaditas, el cual estudiaba el ejército enemigo y donde veía fallas, atacaba, y así es el demonio, sabe de qué pata cojeamos.


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