La violencia en contra de los elementos de policía ha llegado a San Miguel de Allende, un municipio turístico y pacífico que hasta ahora se había mantenido exento de estos episodios. Sin embargo, durante las primeras horas del jueves 4 de julio se registró un ataque armado en contra de una caseta de policía, aunque afortunadamente no se reportaron lesionados. Por estos hechos, se tiene a un varón detenido.
Este ataque se trata del primer incidente de este tipo contra elementos de seguridad en lo que va del trienio en San Miguel de Allende. Los reportes preliminares indican que se registraron detonaciones de arma de fuego en contra de una caseta móvil de policía ubicada debajo del Puente Bicentenario, en la entrada a la cabecera municipal, así como en contra de uno de los vehículos "racers" que se utilizan para patrullar.
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Comerciantes que presenciaron el ataque señalaron que fue dirigido de manera directa contra la caseta, instalada como parte de un operativo de revisión de motocicletas.
Los policías se encontraban fuera de la caseta y lograron evadir los disparos, cuando los sujetos armados llegaron a bordo de una motocicleta a exceso de velocidad.
Aunque el gobierno de San Miguel de Allende no ha emitido un comunicado oficial, su área de comunicación social confirmó el ataque y las detonaciones de arma de fuego que impactaron la caseta.
Elementos de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato están trabajando en el lugar para procesar los casquillos recolectados y han reportado la detención de una persona señalada como uno de los presuntos responsables.
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Este incidente marca un alarmante cambio en la seguridad del municipio, que hasta ahora había sido considerado un refugio seguro tanto para residentes como para turistas. La comunidad espera que las autoridades refuercen las medidas de seguridad para prevenir futuros ataques y mantener la paz que caracteriza a San Miguel de Allende.
Las autoridades municipales y estatales están coordinando esfuerzos para investigar a fondo este ataque y asegurar que los responsables sean llevados ante la justicia. Mientras tanto, la población y los comerciantes locales permanecen en alerta, esperando que se tomen acciones contundentes para garantizar su seguridad.