Tras muchos trámites, Sandra Elizabeth Mota Fausto y su perrito Ivanovich viajaron a bordo de un avión juntos en cabina de México a Suecia.
Ivanovich, es un perrito cruza de pug, sus características físicas braquicéfalas fueron motivo para que cuatro aerolíneas rechazaran que el canino pudiera realizar el vuelo con su mamá humana y dos más se negaron a que viajara en equipaje por el riesgo a que se ahogara, solo le permitían ir como pasajero en cabina pero eso también implicaba muchas restricciones.
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"Las políticas de viajar con mascotas no están estandarizadas, hablas y te dicen una cosa, luego ya después otra persona te dice otra y luego en Internet te dice otra cosa, entonces hay mucha información que no", expuso.
Pero se aproximaba otro obstáculo: los perros que necesitan viajar en cabina deben demostrar que son educados y bien portados, para evitar molestias a los demás pasajeros.
Así se prepara a un perrito para viajar en cabina de avión
Sandra tuvo que someter a Ivanovich a clases de entrenamiento, eso y su temperamento dócil hicieron posible que una de las aerolíneas lo dejara viajar con su mamá humana.
"Él ya entiende el quieto, él ya entiende el siéntate, adentro, afuera. Él ya entiende todo, entonces me lo certificaron y me dieron varias cartas que ayudaron a que con esas cartas él se vaya conmigo en cabina", comentó Sandra
La investigación del proceso, gestiones y trámites le tomaron a Sandra más de seis meses pero no se rindió porque se negaba a abandonar a Ivanovich pues tiene cinco años de edad y dos de ellos los vivió en la calle hasta que una asociación civil lo rescató, después fue adoptado por Sandra y su esposo en octubre de 2020.
"Yo la verdad no sabía qué iba a pasar con él y la verdad es que sí me hubiera dado mucha tristeza dejarlo y que se hubiera muerto de la tristeza", dijo.
El esposo de Sandra es sueco y recientemente se fue a trabajar a su país de origen, así que en su afán de estar juntos los tres comenzaron todo el proceso para viajar en avión.
Poco antes de partir, ambos se sentían muy felices por embarcarse en esta aventura a una nueva vida.
"Muy emocionante porque se me hace bien chistoso, está muy atento, ve mucha gente, muy tranquilo, yo sé que va a hacer pesado pero va a valer la pena, vamos a ver a mi esposo, lo extraño muchísimo y divertido más que nada porque yo nunca lo había visto tan atento, tan callado y tan quieto", dijo.
Ivanovich hizo gala de su buen comportamiento a lo largo del viaje y tras casi un día de vuelo llegaron a Suecia.
SRN
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