Cinco personas resultaron lesionadas, entre ellas dos menores de edad, tras la explosión que tuvo lugar el jueves 27 de julio en la localidad del Puerto en el municipio de Santiago de Anaya, Hidalgo.
Los hechos se registraron a la altura del crucero donde según testigos, un grupo de pobladores iban de regreso a su iglesia para dejar la imagen religiosa que habían llevado en procesión debido a que mantienen festejos por la tradicional feria anual, cuando la pirotecnia que llevaban se incendió y explotó de manera precipitada.
Debido a la situación solicitaron el apoyo de Bomberos de protección civil municipal quienes arribaron al lugar en donde se percataron que cinco personas habían resultado heridas, tres adultos y dos menores de edad quienes presentaban quemaduras por lo que ameritaron el traslado al nosocomio más cercano.
Asimismo, se dio a conocer que personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se trasladó al sitio para los trámites correspondientes.
Daños de la pirotecnia
Las consecuencias de prender un cohete y lanzarlo al aire van más allá de solo la explosión multicolor.
De acuerdo con el gobierno Federal, fórmulas de sodio, cobre, estroncio, litio, antimonio, magnesio y aluminio quedan sobre el asfalto después de encender la chispa. Además del bario e isótopos radiactivos que generan algunos colorantes en la pirotecnia.
Ya en los aires se libera monóxido de carbono (CO) y partículas suspendidas (PM 2.5) que, junto a otras fuentes de emisión como el transporte, las fogatas, la quema de basura, llantas o leña, generan en estas fechas alta contaminación en las ciudades.
Dichos contaminantes en el aire tienen graves consecuencias en la salud. Por ejemplo, las partículas PM 2.5 entran directamente al sistema respiratorio y pueden causar súbitos malestares, o una crisis en pacientes vulnerables, como asmáticos o personas con enfermedades cardiovasculares.